La relación de Kiko Rivera y Agustín Pantoja ha saltado por los aires, sin embargo, en el pasado sí fue buena. Tanto es así que incluso el DJ hablaba de él como si de un padre se tratara, elogios que se han empañado con todos los ataques que Kiko ha hecho después. Tal es la tensión que existe entre ellos que Agustín ha dado un puñetazo en la mesa, no puede más y no consentirá que se siga poniendo en duda su nombre. Por ello, planea tomar medidas legales contra su sobrino, tal y como avanzó SEMANA en exclusiva solo hace algunos días. Ahora se ha conocido un nuevo giro de tuerca y es que Isabel Pantoja habría dado permiso a su hermano Agustín para que le demandara, una respuesta que ha sorprendido a muchos.
Es de sobra conocido que la ruptura familiar madre e hijo es un hecho, también que Kiko Rivera ya no tiene buenas palabras hacia su tío, la mano derecha de Isabel Pantoja. No obstante, pocos creían que la tonadillera le diera el beneplácito a su hermano y accediera a que Agustín le demandara. Así lo ha desvelado el periodista Antonio Rossi en 'El programa de Ana Rosa', donde ha explicado que Agustín le planteó esta pregunta a su hermana, siendo ella la que le contestó de forma rotunda. Una reacción que a Ana Rosa Quintana le ha sorprendido, ya que no alcanza a entender como una madre puede dar la autorización para que se denuncie a su hijo.
A pesar de que Kiko Rivera todavía no se ha pronunciado al respecto, este jueves sí que daba unas declaraciones en sus redes sociales con las que desvelaba cuál era su postura en la guerra familiar. El joven quiere ir cerrando etapas y volver a ser el mismo de siempre: "No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia. Sino simplemente porque aquello ya no encaja en mi vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo", dice Kiko Rivera en su Instagram.
Todo lo que dijo Kiko Rivera en ‘Cantora: la herencia envenenada’ ha sido un motivo más que suficiente para que Agustín Pantoja le quiera parar los pies al músico. Recurrirá a un juez para defenderse de las palabras de su propio sobrino, quien está dispuesto a llegar «hasta el final» en su guerra contra su progenitora. Pocos piensan que este cisma familiar tenga solución y casi nadie se plantea que exista en el futuro una reconciliación entre ellos. ¿Nos sorprenderán y enterrarán el hacha de guerra en unos meses?