Tamara Falcó (42 años) e Íñigo Onieva (35 años) viven en una eterna luna de miel. El matrimonio, que se dio el 'sí, quiero' el 7 de julio de 2023, ha encontrado el momento perfecto para disfrutar de unas merecidas vacaciones en el paraíso. Ha sido un año muy intenso para ambos, ya que no han parado de trabajar, por lo que querían viajar a un destino espectacular. Y han elegido las islas Seychelles.
"Después de un largo viaje, por fin llegamos @rafflesseychelles, nuestro maravilloso hotel para los próximos días 🏝🚁", escribía Tamara Falcó junto a una imagen en la que la veíamos junto a su marido en varias fotos tomadas desde un helicóptero. Y es que tuvieron que usar este medio de transporte para llegar al hotelazo en el que se están alojando estos días.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva pasan sus vacaciones en las islas Seychelles
La hija de Isabel Preysler no ha parado de trabajar este año. A sus compromisos publicitarios hay que sumar sus colaboraciones en 'El Hormiguero' y su debut como miembro del jurado de 'Got Talent'. Por su parte, Íñigo Onieva ha estado centrado en poner en marcha su restaurante, 'Casa Salesas', que se inauguró el pasado 13 de mayo en Madrid. Sus agendas han estado repletas de compromisos, por lo que el matrimonio estaba necesitado de disfrutar de un viajazo para desconectar.
El hotel que han elegido se encuentra en las Seychelles y cuenta con todas las comodidades. Se trata de un complejo hotelero situado en la costa norte de Praslin, la segunda isla más grande de las 115 que conforman el archipiélago de las Seychelles. Tamara e Íñigo han viajado desde Madrid al aeropuerto de Seychelles (SEZ) en la isla de Mahé. Aunque hay diferentes opciones para llegar hasta Praslin en vuelos nacionales, en ferry de alta velocidad, yate de lujo o helicóptero privado, siendo esta última la elegida por el matrimonio.
El resort está en Baine Sainte Anne y cuenta con piscina al aire libre, parking privado gratis, centro de fitness y jardín. También cuenta con un restaurante y un salón de uso común, sauna y bañera de hidromasaje. El matrimonio podría estar alojándose en una de las impresionantes villas privadas que tienen. La más cara tiene un precio (en temporada alta) de 5.300 euros la noche, por lo que es una opción de alojamiento no apto para todos los bolsillos.
Todas las habitaciones y las villas cuentan con aire acondicionado, escritorio, cafetera, nevera, minibar, caja fuerte, televisión, terraza y baño privado. Además, cuentan con un impresionante balcón, aunque no todas dan al mar. Estamos seguros de que el alojamiento de Tamara Falcó e Íñigo Onieva tienen unas espectaculares vistas al mar.
Entre las actividades que ofrece el hotel es relajarse en un centro de spa y bienestar. Además, se puede hacer con el equipo de este resort una excursión por los alrededores, se puede jugar al billar, al ping-pong y a los dardos. La zona en la que está situado el hotel cuenta con zonas perfectas para practicar senderismo y snorkel.
El matrimonio ha cocinado una deliciosa receta con vistas al mar
La pareja no solo ha encontrado ratitos para descansar y disfrutar de las playas paradisíacas que lo rodean. Y es que han querido también ver a las tortugas que hay en la zona. La propia Tamara Falcó compartía con sus más de 1,6 millones de seguidores el paseo que dieron por la isla: "@ionieva y yo, en plena naturaleza, hemos dado un paseo y nos hemos encontrado con estas tortugas 🐢", escribe junto a unas fotos en las que podemos verla dando de comer a estos animales.
Además, han tenido la suerte de poner en práctica una de las aficiones que comparten: la cocina. En compañía de una chef del exclusivo hotel en el que se encuentran las Seychelles, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han hecho una cooking class privada. La hija de Isabel Preysler ha revelado algunos detalles de esta actividad y ha desvelado las diferentes recetas que han hecho juntos: "Cooking class de comida criolla en el hotel. La millionare salad (la ensalada millonaria), chicken curry (pollo al curry) y boniato en leche de coco". Una actividad que han disfrutado al máximo y que les ha permitido pasar tiempo de calidad en un lugar privilegiado del hotelazo en el que se están alojando estos días. Aunque, eso sí, ha sido ella la que más implicada ha estado en la elaboración de la comida.