Comiéndose a besos como nunca antes los habíamos visto, así se han mostrado Tamara Falcó e Iñigo Onieva en sus últimas fotos de Instagram, donde la marquesa de Griñón acumula más de un millón y medio de seguidores. La hija de Isabel Preysler no ha dudado en sacar su lado más natural y sensual y compartir con su ejército fiel de la red estas fotos tan 'íntimas' y dejarse ver como nunca. Un gesto que ha sido muy aplaudido por sus seguidores: "Por fin unas fotos naturales de una pareja que se quiere", le escribe uno en el 'post', que en unas horas ha acumulado casi 30.000 'likes'.
El matrimonio se encuentra de vacaciones en las islas Seychelles, un paraíso del que están dejando constancia en sus redes: planes en la naturaleza, animales, paisajes de ensueño... Como este último: "Esta playa es preciosa 😍 una suerte poder disfrutar de un paisaje así", escribe Tamara junto a un carrusel de fotos en las que incluye dos de lo más románticas con su marido en la que aparecen besándose apasionadamente.
Parece que con estas imágenes dejan claro que su matrimonio sigue viento en popa y que estas vacaciones se están convirtiendo en un auténtico remanso de paz y romanticismo para ambos.
"Ese besazo es símbolo de vuestro amor", "alto voltaje", o "unas fotos maravillosas, vuestras fotos de enamorados me encantan y estáis muy guapos", son algunos de los comentarios que han recibido a su publicación, y es que sus seguidores celebran que Tamara se muestre natural y saque a relucir su lado más romántico. Hay quienes, incluso, les señalan lo idílico que es este lugar para "quedarse embarazada".
Eso sí, Iñigo, por su parte, no ha compartido todavía ninguna publicación de su idílica escapada junto a su mujer. Es más, su último post es una galería de fotos en solitario de su viaje a París con motivo de los Juegos Olímpicos.
Unas vacaciones exclusivas de más de mil euros la noche
La marquesa de Griñón y el empresario se encuentran en Seychelles, un paraíso tropical en el que están disfrutando de numerosas actividades alojados en el resort más exclusivo de la isla. Cuenta con todas las comodidades posibles y está ubicado en la costa norte de Praslin, la segunda isla más grande del conocido archipiélago. Un entorno envidiable y paradisiaco donde Tamara Falcó e Íñigo Onieva pueden disfrutar de su amor y de este descanso estival.
La pareja ha elegido, no una habitación, sino una espectacular villa para hospedarse en su destino. El minichalet, que de mini tiene poco, no cuesta menos de 1.400 euros y puede alcanzar los 1.600 euros la pernocta según el día.
Se trata de una auténtica casa de 125 metros cuadrados a la que no le falta absolutamente de nada para cubrir las necesidades de sus afortunados inquilinos. ¡Hasta mayordomo las 24 horas! El espacio tiene capacidad para tres personas, con dos habitaciones adaptadas con camas king size y vistas espectaculares al mar o a una colina próxima, dependiendo de la villa. Cuenta, además, con una "pequeña" piscina privada, de 14 metros cuadrados, dispuesta en la amplia terraza, donde disfrutar de un bañito refrescante en la intimidad del hogar provisional.
La privacidad es una máxima del hotel, que además de terraza y piscina privada en cada uno de los 86 chalets de los que dispone, también cuenta con su propia playa privada.
Una segunda luna de miel
Este viaje está siendo una auténtica luna de miel y así lo está demostrando Tamara Falcó a través de su Instagram, donde está compartiendo más momentos románticos que nunca.
Desde que empezara su viaje, la hija de Isabel Preysler nos ha hecho un huequito en su maleta y nos ha llevado con ella. Pudimos verla disfrutar del lujo de viajar en 'business', donde se pudieron echar una siesta en pleno vuelo, disfrutar de una buena comilona... Una vez que aterrizaron en su destino, la pareja comenzó una aventura en la que no han faltado actividades 'gastro', una de las mayores aficiones de Tamara. Ella y su chico se apuntaron a las clases de cocina criolla, una de las actividades que el propio resort ofrece, y disfrutaron de lo lindo del aprendizaje de varias recetas.
Poco después salían a pasear por la naturaleza y nos dejaban una estampa para el recuerdo: ¡Tamara junto a un grupo de tortugas de gran tamaño! No cabe duda de que lo están pasando en grande.