Ha sido un año muy complicado para Guillermo de Inglaterra. Quizá el más complicado que se recuerda desde el inesperado fallecimiento de su madre, la icónica Diana de Gales. El futuro rey ha tenido que hacer frente a la enfermedad de quienes más quiere, además de asumir unas responsabilidades y obligaciones multiplicadas para compensar las ausencias en el seno de la familia real británica.
Parece que, poco a poco, las aguas vuelven a su cauce, aunque todavía a medio gas. Ni el rey Carlos III ni Kate Middleton están completamente recuperados del cáncer que ambos padecen. Una situación muy delicada que ha provocado una increíble soledad en el príncipe de Gales que podría haber tenido solución si la gran tragedia que ha definido su vida nunca hubiera ocurrido.
La soledad del príncipe Guillermo motivada por las ausencias de quien no ha podido estar o no ha querido
A sus 42 años recién cumplidos, la vida del príncipe Guillermo ha dado un vuelco de 180 grados en apenas seis meses. La lucha contra el cáncer de su mujer y su padre le ha convertido en una ficha clave de la monarquía inglesa, que coincide con una crisis institucional de representación sin precedentes. A él y a la Reina Camilla les ha tocado ponerse al frente de la institución ante la desaparición de la vida pública de la princesa de Gales y la lógica disminución de funciones del monarca. Aunque retomó su agenda en mayo, Carlos III arrastra signos de debilidad lógicos por el cáncer que arrastra, a lo que se suma su avanzada edad (tiene 75 años).
En estos momentos de fragilidad de la corona, el príncipe Guillermo "se ha sentido increíblemente solo durante este último año". Así lo ha desvelado la veterana experta en realeza Jennie Bond en conversaciones con la BBC. Pero no ha sido la situación en sí lo que ha llevado al marido de Kate Middleton ha experimentar este bajón, anímico, sino el recuerdo constante de la inolvidable Lady Di. Cuando se van a cumplir 27 de su muerte en un accidente de coche en París, su recuerdo ha estado más presente que nunca en los pensamientos de su hijo. Sabe que todo habría sido muy diferente si ella hubiera estado viva y acompañándole en este duro trance.
La falta de apoyos a los que recurrid del marido de Kate Middleton mientras ella lidia con el cáncer
"Hubo momentos en este último año en que William se vio increíblemente solo, asumiendo la responsabilidad de ser un hijo cuyo padre tiene cáncer, un esposo que cuida a su esposa mientras ella también lidia con el cáncer, un padre de tres niños pequeños... Y que no tiene un hermano o una madre a quien recurrir para recibir un poco de cariño", asegura la también ex corresponsal real sobre las grandes ausencias que ha tenido que sobrellevar el príncipe Guillermo en estos seis meses de agonía.
La presión a la que ha estado sujeto el heredero al trono en este tiempo también ha sido algo que la prensa británica ha referenciado y mucho. Aunque su realidad es muy próxima a la de la Reina Camilla, la gran diferencia entre ambos es que, mientras que los hijos de la mujer de Carlos III ya son mayores, el príncipe Guillermo sí se ha tenido que volcar con el cuidado de Jorge; de 10 años, Charlotte, de nueve, y Luis de apenas seis años. Para él y para Kate Middleton ha sido primordial protegerles y asegurarse de que su día a día no sufría cambios radicales con la enfermedad de su madre.
La regla de oro de Diana de Gales que su hijo impone a rajatabla a sus hijos
Lady Di dejó una huella irremplazable en sus hijos tras su fallecimiento. La princesa del pueblo, como se la conocía, estaba muy unida a Guillermo y Harry y siempre se esforzó para que no les faltara cariño y normalidad dentro del férreo protocolo del Palacio de Buckingham. Prueba de ello, la conocida como ‘regla de oro’ de Diana de Gales, que su hijo mayor y la mujer de este ponen en práctica con sus hijos. Juntos con las estrictas normas que rigen sus vidas, a los menores nunca les falta su cuota de cariño y abrazos, así como la tranquilidad de saber que pueden compartir sus emociones y sentimientos abiertamente con sus padres.
En el 63º aniversario del nacimiento de la princesa (vino al mundo el 1 de julio de 1961), a su hijo se le ha hecho cuesta arriba no contar con ella para desahogarse o sostenerse, ha contado Jennie Bond. "En nuestros encuentros, Diana siempre me decía que era increíblemente buena brindando cuidados tiernos y amorosos, y obviamente se lo habría dado a su querido hijo. Hay otros miembros de la familia que le han brindado a Guillermo todo el apoyo que han podido, pero nada reemplaza realmente a una madre amorosa que te protege y te guía", sentencia la experta real a la BBC.