Ana Obregón está pasando una época complicada. Desde que el pasado año falleciera su hijo, Álex Lequio, tras luchar contra un cáncer, todo ha ido a peor. Cuando intentaba levantarse y volver a retomar su vida, un nuevo varapalo le esperaba a la vuelta de la esquina. Como fue el caso del fallecimiento de su madre, Ana María Obregón Navarro, de quien tomó su nombre artístico, falleció a los 95 años de edad. Ahora, se enfrenta a otro duro golpe: el ingreso hospitalario de su padre. Antonio García está ingresado en una clínica de Madrid y sus hijas no se separan de él.
La familia Obregón siempre ha demostrado ser una gran piña
En el nuevo número de SEMANA, que puedes encontrar en el interior de tu revista favorita, que ya puede encontrar de forma física en los quioscos, o descargando la versión online AQUÍ, puedes encontrar todos los detalles sobre este nuevo golpe que ha recibido la aclamada actriz. Tanto ella como sus hermanas, Amalia y Celia, están muy preocupadas por su salud y muy pendientes de la evolución de su estado. Las tres hermanas pasan todo el tiempo que la situación sanitaria les permite a su lado y en todas las visitas al hospital se refleja en sus rostros la difícil situación que están viviendo. Y es que hay que tener en cuenta que la avanzada edad del patriarca de la familia hace que cualquier contratiempo de salud sea todavía más complicado.
En los momentos más delicados, hemos visto como la familia Obregón siempre ha sido una piña. Sobre todo en los últimos tiempos, que han tenido que enfrentarse a instantes muy difíciles. Ahora, sigue siendo así y las tres hermanas permanecen muy unidas y pendientes al estado de salud de su padre. Hay que recordar que Ana Obregón siempre ha mantenido una excelente relación con sus padres. Siempre muy unidos. La muerte de su madre, el pasado 22 de mayo, fue un golpe durísimo.
Ana Obregón y sus hermanas, volcadas con su padre
Tras el duro golpe del fallecimiento de la matriarca del clan hace tan solo unos meses, ahora vuelven a revivir los momentos de miedo y pavor. El hecho de volver a revivir los días de hospital suponen un fuerte dolor para Ana Obregón, que también estuvo al lado de su hijo durante los diferentes tratamientos que recibió en los hospitales para su lucha contra el cáncer. Ahora, revive todos esos demonios con el ingreso hospitalario de su padre. Hay que recordar que en el año 2016, el padre de Ana tuvo un serio percance doméstico en su casa al caerse por las escaleras y un año después, en 2017, sufrió una infección renal. Ahora sus hijas esperan que pueda volver pronto a casa con ellas y dejar atrás esta pesadilla de hospitales e ingresos que tan presente está en la vida de la familia Obregón últimamente.