Este miércoles 19 sale a la venta 'El chico de las musarañas', el libro de Ana Obregón y su hijo Aless. Un libro escrito desde el corazón en el que la actriz y presentadora ha hecho realidad uno de los deseos póstumos del joven. El proceso de creación de este libro ha sido una de las cosas más dolorosas a las que se ha enfrentado en su vida.
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“Ahora todos descubrirán tu talento como escritor, tu valentía y coraje", recuerda la presentadora
Antes de fallecer un fatídico 13 de mayo de 2020, Aless Lequio escribió un total de 20 páginas de reflexiones y pensamientos escritos con un estilo “muy simpático”, como lo ha definido su padre, Alessandro Lequio. "Están muy bien escritas, él escribía muy bien", ha recordado el italiano. Según él, su hijo "era un tipo muy leído, era un chico al que le encantaba leer y le encantaba escribir. Era un chico muy culto para su edad".
Pero la verdadera artífice del libro ha sido Ana Obregón. Ha sido ella quien, de su puño y letra, relata la experiencia más terrible que puede sufrir una madre: la pérdida de su hijo y todo lo que ocurre después. “Ahora todos descubrirán tu talento como escritor, tu valentía y coraje y entenderán el largo camino de una madre a través del infierno luchando por salvar la vida de su hijo, con esperanza, hasta que por fin llegó la luz. Un canto al amor y a la vida que he escrito durante nueve meses con lágrimas rojas”, cuenta la actriz.
“Es la historia de una madre durante ese largo y arduo viaje, lleno de un amor infinito", cuenta Ana Obregón sobre su nuevo libro
Ana Obregón sabe mejor que nadie sabe lo que le ha costado cumplir la promesa que le hizo a Aless, que la removió hasta lo más profundo, ahondando en una herida que nunca se ha cerrado. “Es también la historia de una madre durante ese largo y arduo viaje, lleno de un amor infinito. Una historia para inspirar y apreciar este maravilloso regalo llamado ‘vida’. Y además, donaré los beneficios de los derechos de autor para la investigación del cáncer”, dice, con todo el amor y el dolor que aún siente.
Ahora, su dolor ha sido mitigado gracias al nacimiento de su hija Anita. Una niña que ha llegado al mundo gracias a la gestación subrogada, y al hecho de que utilizara el esperma congelado de su hijo, siguiendo al pie de la letra, según insiste, con una de sus últimas voluntades. “Tu hija me ha robado el corazón, cambiando las lágrimas por pañales. Cuando la abrazo es como si volviera a abrazarte a ti, y esa sensación solamente la puede entender una madre o un padre que han perdido un hijo. Espero no haberte defraudado como madre”, le ruega a su hijo.