Alessandro Lequio ha hecho una puntualización que ha hecho saltar todas las alarmas. "Solo un matiz, creo que se equivoca porque un testamento ológrafo es un testamento escrito, no hablado... es un matiz importante", deslizaba este martes. Estas palabras sembraban la duda y dejaban ver que Ana Obregónpodría haber metido la pata al hablar de ese concepto en su última entrevista, ya que las condiciones que dio no cumplen con lo que exige un testamento ológrafo. Ella aseguró que su hijo le confesó tanto a ella como al italiano "su deseo de ser padre". "Nos lo comunicó de palabra una semana antes de fallecer. Esto es un testamento ológrafo. Se produce cuando una persona, ante dos testigos, expresa sus deseos (...) El documento existe y es legal", dijo Ana.
Un testamento que no puede ser de viva voz, sino escrito a mano y firmado por el propio testador. Este requisito no lo cumpliría si analizamos las declaraciones de Ana Obregón, lo que nos lleva a hacer otra pregunta: ¿Ha podido usar muestras de su hijo para un proceso de reproducción asistida en Estados Unidos sin tener un documento firmado por su hijo? Aunque su utilización no se limita exclusivamente a la pareja del fallecido, la Sociedad Americana de Reproducción Asistida solo deja que este tratamiento se lleve a cabo si el difunto dejó autorización previa."La extracción o el uso póstumo de gametos (espermatozoides u ovocitos) con fines reproductivos es éticamente justificable si se dispone de documentación escrita del difunto que autorice el procedimiento. Sin embargo, la recuperación no compromete a un centro a su uso posterior para la reproducción. El uso de embriones también se justifica con dicha documentación", aseguran. Basándonos en la legalidad, la utilización del semen de un hombre fallecido está permitida en Estados Unidos siempre y cuando exista una autorización por escrito.
Eso sí, habría otro modo en el que Aless Lequio pudo haber hecho testamento ante testigos sin la necesidad de un notario. En el Código Civil recoge dos posibilidades si la persona está en peligro inminente de muerte o en caso de epidemia, dos puntos que se cumplieron en la partida del empresario. Y es que su deseo fue comunicado en sus días previos a morir y, además, todo tuvo lugar durante el estado de alarma. Para ello se necesitan a 5 testigos si está en riesgo de muerte o en epidemia tan solo tres mayores de 16 años, que el testamento se escriba si es posible y sea firmado tanto por testador como por testigos. Además, se pueden utilizar la grabación de voz o la imagen y debe presentarse ante un notario para que se eleve a lo público, una vía a la que se desconoce si ha acudido Ana Obregón. El debate está servido. Ana ha incidido en que todo el proceso está sujeto a las leyes y que no ha dejado ningún fleco suelto, de hecho, se ha asesorado para que así sea. Eso no quita que llame poderosamente la atención que Alessandro Lequio repare en qué es un testamento ológrafo, definición que podría desmontar las declaraciones de Ana Obregón sobre los días previos a la muerte de Aless.