A Julia Janeiro le cambió la vida hace exactamente una semana. La hija de Jesulín y María José Campanario fue despixelada al cumplir la mayoría de edad, lo que provocó que millones de personas le pusieran cara por primera vez. A partir de ese instante, se multiplicaron su número de seguidores hasta límites insospechados: de 6.000 pasó a tener más de 160.000, una cifra que no deja de crecer cada día. Precisamente, esto la convierte en un reclamo para algunas marcas, que pueden ver en ella un filón para promocionar sus productos, ya que genera un gran interés dentro y fuera de Instagram. Esta situación analizada por expertos lleva a tener claro el caché al que puede optar Julia Janeiro como influencer y así lo revela una agencia que ha consultado SEMANA.
"Ahora mismo con el número de seguidores podría pedir 500 € como mínimo por una fotografía en el muro, incluso si se hace con una agencia que la asesore puede sacarse bastante más", nos explican desde 'Influencities'.Actualmente tiene poco más de 40 publicaciones en su perfil, no obstante, esta joven de 18 años trata de cuidar al máximo cada una de sus imágenes. Mima el encuadre, retoca las fotos e incluso es selectiva con lo que publica, pero ¿en qué tipo de empresas puede encajar? Por su perfil y por lo que transmite "si lo hace bien puede interesar principalmente a marcas de moda, belleza y lifestyle". Aunque para que eso se produzca debería de mostrar su lado más natural y desenfadado, empezando, por ejemplo, por mostrar su voz públicamente. "Las marcas cada vez rechazan más las colaboraciones que no quedan naturales", nos aclaran desde esta agencia de representación de influencers.
Quien puede servirle como ejemplo es Rocío Flores, quien en este momento está de plena actualidad por la intervención televisiva de su madre, Rocío Carrasco, en la docuserie 'Rocío. Contar la verdad para seguir viva'. "Tenemos un ejemplo clarísimo con Rocío Flores. Cuanto más tienes que contar más puedes pedir, aunque Julia no hable de su familia, solo con el morbo que genera la tarifa sube, aunque sea para hacer publicidad a una marca", dicen a SEMANA. Eso sí, a pesar de que el consejo más repetido es que sea cercana y natural con sus followers, hay algo que siempre debe tener en mente. "Un día eres lo más y por un error puedes perder contratos con marcas", señala Paloma Bulnes, directora de Influencities.
Su familia no frenará su sueño de ser influencer si algún día lo quiere convertir en su profesión complementaria. La apoyarán siempre y cuando siga formándose y estudiando una carrera que la haga feliz, pero en el caso de que quiera combinarlo debe esforzarse al máximo. "Si Julia lo hace bien al final, puede ser una influencer de éxito. Todo va a depender de ella, por lo que debe pensar en el lugar al que quiere llegar", dice la experta a esta revista. Aún es muy pronto para saber si Julia se granjeará o no un hueco en el universo 2.0, eso sí, nadie duda de que si sabe rentabilizar su perfil, con un caché de este calibre perfectamente podría vivir de ello.