Una presa se ha hecho eco de la imagen que tienen el resto de reclusos de la cárcel de Koh Samui sobre Daniel Sancho.
Han pasado más de tres meses desde que Daniel Sancho entró en prisión provisional. El hijo de Rodolfo Sancho fue señalado como principal culpable del crimen de Edwin Arrieta y, por si fuera poco, unas semanas después confesó haber sido él quien había asesinado al colombiano en Koh Phangan. Unas afirmaciones que han hecho que su estancia en la cárcel de Koh Samui se alargue hasta que tenga lugar un juicio que apunta a ser muy mediático, razón por la que el joven ya se ha convertido en uno de los presos más conocidos de la zona.
Así lo ha confesado una de las presas de la cárcel en la que se encuentra Daniel Sancho. La testigo ha hablado en ‘Y ahora Sonsoles’ sobre los ciertos tratos de favor que la prisión en cuestión ejerce sobre los presos extranjeros: “La cárcel cuida muy bien a los presos extranjeros. Se aseguran de que ellos no se sientan estresados”, ha comenzado, para después explicar que, aunque la comunicación entre los hombres y mujeres que están entre rejas es bastante compleja, muchos de ellos hacen todo lo posible para contactar con el español con mensajes a través de snacks.
“Encantada de conocerla, muchas gracias por el snack. Mucho gusto, estoy bien”, reza la nota con la que esta presa entabló una breve conversación escrita con Daniel de la que ha hablado para el programa de las tardes de Antena 3: “Quería conocerlo, saludarlo (…) La gente habla mucho de él. Me parece muy guapo y elegante. Es un hombre fuerte, un hombre decente. Además es amigable”, ha añadido la entrevistada, dejando entrever que el hijo de Silvia Bronchalo es todo un ídolo de masas pese a ser pieza clave de uno de los crímenes más sonados de los últimos tiempos.
En lo que al tiempo libre se refiere, cabe destacar que Daniel Sancho está aprovechando todo el tiempo libre del que goza para hacer algunos hobbies. Aunque la presa en cuestión ha revelado que el empresario comparte celda con otros diez presos, lo cierto es que ha optado por mantenerse en un segundo plano y ajeno a toda polémica, con una actitud prácticamente impecable. Tanto es así, que el cocinero ha hecho del deporte su principal fuente de energía diaria.
Los hábitos de Daniel Sancho dentro de la cárcel
Durante todas y cada una de sus jornadas en prisión, Daniel practica yoga y sale a correr.Dos hábitos que se suman a una disciplina que le apasiona y que se llama Muay Thai, un arte marcial del que ya era experto en Madrid y por el que viajó a Tailandia con el objetivo de perfeccionarse. Además, también lee uno por uno los libros que la embajada le proporciona con el objetivo de culturizarse y saber más sobre diversos ámbitos, lo que demuestra que uno de sus fines es aprovechar al máximo cada minuto entre rejas.
Por otro lado, cabe destacar que también lee sin cesar los documentos de su caso una y otra vez. Hace unas semanas ya pudo saberse que Sancho había preguntado a sus seres queridos si su caso había dado la vuelta al mundo, razón por la que no resulta extraño que ahora esté interesado en saber todo lo que se ha hablado sobre él y su supuesto asesinato a Edwin Arrieta, que no ha dejado de copar titulares.
Aunque en un primer momento se dio a conocer que el hecho de permanecer en la cárcel había generado un estado de ansiedad constante a Daniel Sancho, lo cierto es que todo apunta a que poco a poco está consiguiendo adaptarse a su nueva vida entre rejas gracias a su relación con el resto de presos. El joven también ha logrado habituarse a su nueva dieta, la cual está basada en arroz tanto para él como para el resto de los reclusos.
No obstante, al ser uno los objetivos de su madre que su hijo se encontrara en las mejores condiciones posibles dentro de la cárcel, cabe destacar que recibe de ella 500 Baht tailandeses, es decir, unos 13 euros. Una cifra bastante considerable sabiéndose que el salario mínimo de una persona que vive en Tailandia no supera los 300 euros mensuales. Con esta cantidad de dinero, Daniel puede adquirir alimentos de un establecimiento similar a un restaurante y ubicado dentro de las instalaciones del centro penitenciario.