Este sábado, Tamara Falcó e Íñigo Onieva se dan el "sí´, quiero" en el palacio de El Rincón, la finca que ella heredó de su padre, Carlos Falcó. El marqués de Griñón, fallecido el 20 de marzo de 2020, en pleno arranque de la pandemia de coronavirus, contrajo matrimonio con Esther Doña en este mismo lugar. Es algo que recuerda Guillermo Celeiro Fabián, el concejal que casó al aristócrata con su cuarta esposa: "Yo oficié la ceremonia de Carlos Falcó, pero no tenido una relación con Tamara". No es de extrañar que no la conozca. Porque Tamara no asistió a la boda civil de su padre, celebrada el 22 de julio de 2017. De eso hace casi seis años. A lo largo de este tiempo, tal y como nos cuenta, la colaboradora apenas se ha pasado por la zona: "El Palacio no era la residencia habitual de Tamara. Sí es verdad que ha estado allí, ha celebrado eventos, ha venido al Ayuntamiento varias veces, pero no ha vivido en el Palacio como vivía Carlos".
Para Celeiro, que en la actualidad es concejal delegado en el Ayuntamiento de Aldea del Fresno, era común tratar con el Marqués de Griñón. Este, a diferencia de su hija, solía pasearse por el pueblo junto a su pareja. A veces acudía a algún bar para tomar un café y charlar con los vecinos. Casi todo el mundo allí habla de él con enorme cariño, por su exquisita educación y su amabilidad con todo el mundo. "El palacio era la residencia habitual de Carlos Falcó, y entonces participaba en el pueblo. Él iba a los toros. Cuando había fiestas estaba en el palco, participaba de todas las actividades, conciertos, bajaba a tomar algo en los bares. Era un personaje muy cercano", añade el concejal.
"La boda de Carlos Falcó fue súper cercana, con cinco personas", recuerda el concejal que casó al marqués de Griñón con Esther Doña
"Carlos Falcó era un marqués en toda regla. Era una persona muy elegante, no solo en vestir, sino en sus modales y sus maneras", recuerda el concejal del municipio a SEMANA. No esconde que guarda un especial recuerdo del enlace con Doña: "Fue una boda súper cercana porque imagínate: una boda de cinco personas sentados a una mesa era una cosa muy bonita. El entorno es precioso. El palacio tiene una historia enorme que ha sido vivienda de reyes. Ahí ha estado el conde de Romanones. Es impresionante. Solamente sentarte en esos jardines pues ya hace que todo sea un poco especial, pero de hecho es un sitio en el que no es que solo se celebren las bodas de ellos, es que se han celebrado decenas y decenas o cientos de bodas en el Palacio de personas que lo han alquilado. Cuando yo fui alcalde asistí a muchísimas bodas en el Palacio El Rincón".
Cabe recordar que la boda civil de Carlos Falcó y Esther Doña se hizo en secreto y solo ante la presencia de unos pocos allegados. Dos meses después de formalizar su relación, el 22 de septiembre de 2017, celebraron una fiesta por todo lo alto a la que asistieron unos 150 invitados (menos de la mitad que los que asistirán a la de su hija). A aquella celebración tampoco acudió Tamara. En realidad, solo fueron dos de sus cinco hijos, los más pequeños: Duarte y Aldara, nacidos de su matrimonio con Fátima de la Cierva. El resto de hermanos, -Xandra, Manolo y Tamara- optaron por hacer luz de gas. La relación con la malagueña era nula. Y no verían con buenos ojos aquella boda.Pero la ausencia de sus vástagos mayores no opacó en modo alguno el gran día de Carlos Falcó y su última esposa. El Marqués de Griñón, que también era Grande de España, marqués de Castelmoncayo y era descendiente del Gran Capitán, no se privó de festejar por todo lo alto que tenía una nueva, hermosa y joven esposa. En la finca también se dio el 'sí, quiero' uno de los hermanos de Tamara Falcó. "Julio José Iglesias también se casó en la finca y no hemos tenido ningún problema entonces, ni de tráfico ni de nada especial", sostiene Celeiro Fabián.
"Estamos acostumbrados a que venga gente a las ahí, claro, pero es la única finca en la que se celebra boda. Hay otras fincas de celebraciones de bodas que también tienen muchos invitados y nunca hemos tenido un problema serio de tráfico ni de nada. Yo oficié la boda y no hubo ningún problema", concluye.