Tamara Falcó está a punto de pronunciar su ansiado 'sí, quiero' a Íñigo Onieva en una de las celebraciones más esperadas del año. Un evento que, dada su magnitud, requiere de un meticuloso protocolo de seguridad, especialmente considerando la ubicación del evento: el Palacio El Rincón. Una de las principales preocupaciones, tanto de la pareja, como de las autoridades de este municipio madrileño, reside en el acceso al lugar, dada la peligrosidad de la carretera que conduce a él. Fuentes del Ayuntamiento han confirmado a SEMANA que ya se ha instalado una garita de seguridad para controlar el acceso al interior del palacio.
La boda de la hija de Isabel Preysler está generando una enorme expectación. Se espera que acudan a la ceremonia más de 400 invitados. Sin embargo, el enorme flujo de asistentes -y de medios de comunicación- que atrae este evento trae consigo la preocupación por la seguridad en la M-507. Esta carretera es la principal vía de acceso a la finca que la aristócrata heredó de su padre, una construcción con más de un siglo de antigüedad y situada a 8 kilómetros del pueblo de Aldea del Fresno.
Los alrededores de El Rincón, lugar de tráfico habitual los fines de semana
La carretera M-507, que se extiende hasta llegar a la residencia, es el trayecto principal por el que los invitados accederán a la boda. Sin embargo, esta carretera suele registrar un alto tráfico, especialmente los fines de semana debido a la popular actividad del Safari Madrid -situado a menos de 7 kilómetros de distancia del lugar- y las visitas al río cercano donde las familias se refrescan durante los días estivales. Este incremento de vehículos, sumado a los que llegarán para la boda, podría causar embotellamientos o, incluso, situaciones de mayor gravedad.
Policía y Guardia Civil siguen sin confirmar si habrá dispositivo especial de seguridad
Para garantizar el buen transcurso del evento, la Policía Municipal y la Guardia Civil están alerta y dispuestas a intervenir en caso de incidencia. SEMANA se ha puesto en contacto con ambas entidades, pero no se aventuran a confirmar aún la implementación de un dispositivo especial de seguridad para el día del enlace. Desde el Consistorio de Aldea del Fresno nos señalan que, sin duda alguna, la necesidad "de una logística adecuada para manejar la afluencia de tráfico" este sábado es más que evidente. Por tanto, no se descarta que varios agentes de seguridad locales vigilen los alrededores.Por su parte, Íñigo Onieva ha asumido la responsabilidad de la organización del transporte de los invitados al Palacio, una tarea no exenta de desafíos. Y es que toda medida es poca. Más aún si tenemos en cuenta el polémico robo de las joyas que iban destinadas a sus allegados, que se produjo en medio de la A-6 a punta de pistola y a plena luz del día.
El palacio de los Falcó, un vasto espacio lleno de historia, será el escenario de este evento tan esperado. No solo es el lugar donde Tamara Falcó vivió su infancia junto a su padre, el Marqués de Griñón, sino que también es un área protegida que cuenta con unos 2.000 metros cuadrados de jardines.Aunque la boda promete ser una jornada inolvidable llena de sorpresas hasta las primeras horas de la madrugada, se ha confirmado que no habrá fuegos artificiales, dado el status protegido de El Rincón. Según confirma a SEMANA un agente del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, no le consta que haya espectáculo de pirotecnia alguno porque eso requeriría de una autorización especial. "A nosotros no nos ha llegado ningún trámite de ese tipo", nos dice. Cabe recordar que este cuerpo solo presta este servicio a ayuntamientos de la región. En el caso de celebraciones privadas, son los organizadores -ya sean de personas físicas o personas jurídicas- los que deben establecer sus propios sistemas de seguridad, además de contar con los permisos pertinentes para poder lanzar los fuegos artificiales.Otro tema bien distinto es lo que concierne a la seguridad privada. Como ya se sabe, Tamara e Íñigo ya han contratado los servicios de personal para gestionar las entradas y salidas de los invitados, así como a requisar sus dispositivos electrónicos "para mantener la privacidad de la boda". A través de un correo electrónico enviado a todos sus familiares y seres queridos han dejado claro que estará prohibido el uso de teléfonos móviles en su boda. Estos serán "custodiados en consigna" según lleguen al palacete. Lo han calculado todo al milímetro. La privacidad está más que garantizada. Y la seguridad, también.