Cáceres fue el lugar escogido por Soraya Arnelas y Miguel Ángel Herrera para celebrar su boda. El pasado sábado 15 de julio la pareja junto a más de 250 invitados disfrutaron de una fiesta por todo lo alto. En el mes de junio era cuando se dieron el "sí quiero" por lo civil, como mostramos en exclusiva en SEMANA, y ahora llegó el momento de celebrarlo junto a familiares y amigos. Entre ellos se encontraba Chenoa, amiga de la novia. Ambas demostraron la unión existente entre ellas y los gestos de amistad se sucedieron en el Palacete Huerta de Conde, lugar escogido para la ocasión, como podemos confirmar como testigos de excepción. Una celebración de la que podrás ser también testigo este miércoles con la portada de nuestra revista. ¡No te lo pierdas en los quioscos!
Chenoa estuvo muy cariñosa con la pareja y no dudó en hacerse fotografías con todos los que se lo pedían. La presentadora de 'Operación Triunfo' fue la invitada perfecta ya desde el inicio. Quien estuvo allí es porque realmente la pareja lo quería. Siempre se plantearon que los compromisos no podían existir: "No quiero que sea una boda de compromisos, de amigos de mis padres. No, quiero que sea gente que se emocione ese día, amigos cercanos", aseguraba en una entrevista con Telecinco semanas antes del enlace. Un viaje a Extremadura que, como Chenoa, nadie podrá olvidar. "Menudo finde de película. Qué bonita eres Extremadura, Cáceres y Trujillo. ¡Qué viva el amor!", escribe en sus redes sociales posando ante la ciudad.
Así fue la emocionante boda de Soraya Arnelas y Miguel Ángel Herrera
Soraya acudió al Palacete cacereño con un vestido único, inspirado en los años 20, lleno de brillos y con transparencia. Supervisó junto a Lorena Formoso, la diseñadora, todo el proceso hasta poder tener el traje de sus sueños. La emoción flotaba en el ambiente y terminó de explotar con su aparición ante invitados y el novio, que rompió a llorar. La cantante, al verse allí ya, después de tanta organización y ganas por celebrar, siguió a su ya marido y terminó en lágrimas tras su largo velo. Un diseño muy pensado y que empezó hace unos meses, en el que SEMANA acompañó a la cantante. En el atelier de la diseñadora descubrimos junto a ellas sus gustos, preferencias y elecciones para ser la novia más espectacular y que deseaba ser.
El ambiente romántico y natural se mantuvo durante toda la celebración. Así se reflejó en el lugar del convite o en su segundo traje, de la misma firma. Ahora ya era mucho más cómodo, lo que le permitió disfrutar de la fiesta hasta que se diera por finalizada. Manuela y Olivia, las dos pequeñas hijas del matrimonio, tuvieron un papel protagonista y vieron a sus padres sellar su amor desde primera fila. Querían compartir con todos este gran momento y por ello, y siguiendo la estela de otras grandes bodas, los invitados tuvieron que guardar sus móviles durante parte de la celebración. Así todos pueden disfrutar de lo que allí se vive sin preocuparse de la privacidad más allá del fotógrafo que los novios, como es habitual, contraten.