Diego Matamoros ha hecho saltar las alamas tras su viaje a Japón. Pese a haber disfrutado de unas vacaciones de ensueño en el país asiático, el hijo de Kiko Matamoros ha sufrido un contratiempo que se aprecia a la perfección en su rostro. Y es que, el joven ha compartido un selfie en el que puede verse su cara completamente deformada, el cual ha procurado enormemente a sus seguidores.

Diego Matamoros con la cara hinnchada

Diego Matamoros con la cara hinnchada.

@diegomatflo Instagram

El motivo por el que Diego Matamoros tiene la cara deformada

Como de costumbre, Diego Matamoros ha hecho de sus redes sociales su diario personal a la hora de contar a sus fans cómo le ha ido por Japón. Y aunque es cierto que se trata del uno de los viajes que más ha disfrutado, también ha traído consigo consecuencias negativas, como la inflamación de su rostro. Se aprecia en la imagen que ha publicado, en la que aparece con media faz hinchada y sin apenas poder abrir uno de sus ojos. ¿La causa? Una fuerte reacción alérgica por la que tiene la cara “como un cuadro de Picasso” y que ha preferido tomarse con humor. 

Aunque no ha recibido ayuda médica para identificar la causa de la hinchazón, Diego cree que podría tratarse de la picadura de un insecto, ya sea en la casa de su exnovia en Madrid, o en Japón. Sin embargo no se trata de nada grave, ni mucho menos que pueda poner en peligro su vida. Por ello, el creador de contenido bromea sobre el asunto sin ningún tipo de problema. 

Teniendo en cuenta la importancia que cobra para Matamoros la imagen, tal vez esta picadura pueda suponer un inconveniente a corto plazo. El joven recurre con asiduidad a la medicina estética para mejorar su aspecto físico, y ahora tiene que ver cómo su rostro se hincha por momentos y no puede hacer nada para evitarlo: “Hoy un bicho ha decidido dejar con media cara como un cuadro de Picasso”, ha contado en su cuenta de Instagram. 

Durante varias horas ha permanecido alejado del foco mediático, lo que ha preocupado aún más si cabe a sus seguidores. Pero más tarde volvía a la carga para quitar hierro al asunto: “Estoy recuperando mi cara”, ha admitido desde la cocina del domicilio de Marta Riumbau, donde ha podido verse que experimenta una leve mejoría. Aun así, tendrá que esperar a que pasen más días para recuperar su imagen habitual por completo. 

La enfermedad congénita y degenerativa que mantiene en vilo al hijo de Kiko Matamoros

Cabe destacar que esta no es la primera vez que Diego Matamoros preocupa por su estado de salud. La enfermedad congénita y degenerativa que padece le obliga a pasar por su centro médico de vez en cuando para someterse a tratamientos que le ayuden a paliar los efectos negativos que experimenta. Algo de lo que se hacía eco, por ejemplo, durante el pasado mes de mayo, cuando compartía imágenes en las que los médicos le estaban atendiendo en una camilla.

“Hoy me ha tocado pasar por chapa y pintura, últimamente he convivido demasiado con mi amigo el dolor, como siempre infinitas gracias por hacer de mi vida algo más fácil”, escribía, visiblemente agradecido a los profesionales pertinentes por el trato recibido. En las instantáneas en cuestión, puede verse como estos le infiltran un líquido a través de una jeringa, es decir, le ponen anestesia local en la zona para después someterle a una radiofrecuencia. Gracias a esta dosis puede evitar la sensación de dolor, sobre todo porque su afección no tiene cura y no le queda otro remedio que reducir el malestar de esta manera.

En estas complicadas circunstancias, Diego no solo cuenta con el apoyo de su padre y de su hermana Laura, sino también con el de su ex. Aunque él y Marta Riumbau decidieron tomar caminos separados, conviven en la misma casa. Todo apunta a que su relación amistosa es muy estrecha, y que ambos se están ayudando mutuamente en situaciones muy importantes de sus respectivas vidas. Mientras Matamoros hace frente a su afección como puede, la influencer se encuentra en la recta final de su embarazo. Poco después de poner punto final a su historia de amor con el joven, ella misma revelaba que había tomado la decisión de convertirse en madre en solitario. 

 

A través de un proceso de vitrificación del óvulos, Marta conseguía quedarse embarazada a los 36 años pese a sufrir endometriosis: “Siempre he querido ser madre joven, soñaba con una familia numerosa de cuatro hijos, pero por circunstancias de la vida no ha podido ser. En enero de este año, me encontré con 36 años, sin pareja y sin hijos. Mi yo del pasado te hubiese dicho que ser madre soltera era un fracaso”, comentaba en ¡Hola!. Pero lo cierto es que ahora parece estar plenamente feliz con su decisión.