La playa de Koh Phangan, al sur de Tailandia, fue el escenario del asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrienta. Daniel Sancho, que desde el principio, figuró como el principal sospechoso del crimen, apareció borracho y acompañado de una chica en un restaurante, según relató después al programa "Equipo de Investigación".
Escribió un email de madrugada
Según un testigo entrevistado, que trabaja como camarero en un restaurante frente a la playa, Daniel Sancho fue visto primero al mediodía, comiendo solo, mientras dos chicas conversaban a unas mesas de distancia. No pasó mucho tiempo antes de que entablaran amistad y pasaron un rato conversando. Al atardecer, Sancho regresó al mismo lugar, pero esta vez acompañado por una de estas chicas. Los dos cenaron en una terraza elevada del restaurante, que ofrece una panorámica aún más espectacular de la playa. Pero lo que más llamó la atención del camarero fue el evidente estado de Sancho. Estaba borracho.
El programa de La Sexta, "Equipo de Investigación", logró entrevistar a la chica que cenó con Sancho. A través de su relato, nos enteramos de que Sancho le habló de su amor por el boxeo tailandés, aunque recientemente no podía practicarlo debido a "un corte en un dedo". Durante su encuentro, Sancho dijo a la chica que había pasado toda la noche despierto ya que había enviado un correo electrónico a una amiga. Hasta que no comprobó que fue recibido no se fue a descansar.
Nunca regresó a la tienda
La policía ya sospechaba de la desaparición de Edwin Arrieta y empezó las pesquisas, al principio un poco a ciegas. Sin embargo, se produjo un avance crucial cuando se difundieron imágenes de una cámara de seguridad del supermercado que mostraban a Sancho comprando algunos artículos. Vestido con una camiseta blanca y portando una mochila, Daniel salía del establecimiento montando una moto de alquiler.
Este video se convirtió en una pieza clave. La policía local inició un chat con los operadores de alquiler de motos de la isla. Fue entonces cuando alguien señaló a la tienda de ANG PAO como el probable lugar de alquiler. Con esta información se pusieron en marcha: la policía pidió a una empleada de la tienda que enviara un mensaje a Sancho que decía lo siguiente: "Perdón por molestarle, estamos revisando la lista de clientes del último mes. Mi cliente viene mañana y puedes cambiar la moto por favor. Podemos ir nosotros a buscarte ha sido mi error o si es posible venir tú". Daniel Sancho dijo que acudiría en media hora, pero nunca llegó. En la tienda le esperaban siete policías tailandeses.