El torero ha aprovechado su última aparición pública para contestar a su hermano, que se refería a él como “torpe” y “flojo”.
Cayetano Rivera aún sigue recuperándose de la cogida que sufría durante el pasado mes de agosto. Es por ello que su agenda pública se ha visto reducida considerablemente, siendo escasas las apariciones que lleva a cabo. Sin embargo, el torero rompía este hermetismo durante un acto benéfico organizado por la Cátedra Vargas Llosa. Un momento en el que el hijo de Paquirri ha podido responder a una de las polémicas del momento: el comentario que su hermano Francisco hacía, refiriéndose a él como “torpe” y “flojo”.
Aunque durante años ambos han hecho alarde de su unión, lo cierto es que su distanciamiento quedaba muy claro cuando Francisco se refería a Cayetano Rivera como una persona “torpe” y “floja” al hablar de su último percance en una corrida: “Es muy buen torero y transmite mucho, tiene mucha hondura, mucha verdad, se entrega, se entrega a los toros mucho, pero es que es muy torpe. No es broma, le cogen mucho los toros porque es muy torpe, muy flojo, cuando tiene que meter apoyo lo mete, pero es muy buen torero, da igual”, pronunciaba el hijo mayor de Paquirri.
Como no podía ser de otra manera, sus palabras no gustaban en absoluto al otro protagonista, que aprovechaba para contestarle: “No las he visto (las declaraciones), pero habrá que preguntarle a él qué le pasa con sus veinte mil historias…”, señalaba, con cierto tono de rintintín y dejando entrever que no han sido unas palabras que le hayan gustado por parte de uno de los pilares fundamentales de su vida.
Cayetano Rivera, tajante contra Francisco: "Torpe no soy"
Podría decirse que una de las “veinte mil historias” a las que Cayetano se ha referido es el problema de rodilla por el que Francisco tuvo que pasar por quirófano y, por ende, dejar aparcada temporalmente su trayectoria profesional. Aun así, el que fuera marido de Eva González ha optado por quitar hierro al asunto y lanzar un capote a su hermano: “A Francisco no hace falta que le defina yo, es un torero de raza con mucho orgullo, y ahí está su trayectoria. Y torpe no soy, lo que pasa que los toros cogen y cuando cogen hacen daño”, sentenciaba.
Dado este último varapalo en el ruedo, el padre de Lucía Romero ve cada vez más cerca su etapa taurina: “Es inevitable pensar que cada vez está más cerca, pero es muy difícil de predecir con tiempo de antelación. Es algo que te llama, y uno tiene que tomar la decisión, pero los años pasan y cada vez está más cerca. Yo en mi vida tengo más proyectos y cosas que me ilusionan, y la etapa de torero en activo tendrá que terminar en algún momento. Hay vida más allá de los toros”, justificaba el diestro.
Esta retirada del mundo taurino supondría un antes y un después no solo en su vida, sino también en la familia Rivera, ya que ni sus hijos ni los de su hermano tienen previsto dedicarse a ello. Así lo ha revelado Francisco, alegrándose en cierto modo de no tener que ver ni a sus hijos ni a sus sobrinos ponerse en una tesitura tan sumamente compleja como la que implica estar en una plaza.