¡Carolina Marín está en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París! Tras una remontada memorable frente a Beiwen Zhang en los octavos, la onubense pudo continuar con el sueño francés. Este mismo sábado, se batirá en duelo contra la japonesa Aya Ohori, octava del ranking mundial. Todas las miradas están puestas sobre la jugadora española que, a buen seguro, pondrá toda la carne en el asador para volver a su casa con la medalla de oro colgada de su cuello.
Para dar lo mejor de sí misma en estos Juegos Olímpicos de París, Carolina Marín no solo ha tenido que entrenarse a fondo en bádminton, sino también dar importancia al descanso. La relajación es un pilar fundamental para que cuerpo y mente estén alineados, y la jugadora ha podido conseguir esta paz en su lugar de confianza: su hogar. Una casa de la que ha presumido en sus redes sociales siempre que ha tenido oportunidad, y en la que ahora SEMANA ha podido entrar.
La casa de Carolina Marín, su principal refugio para encontrar la paz en medio de la tensión deportiva
Aunque su cuenta de Instagram está sobre todo centrada al ámbito profesional, Carolina Marín también tiene momentos más personales dentro del universo 2.0. En ellos, demuestra a sus casi 500 mil seguidores cuáles son las actividades que lleva a cabo para descansar y conectar con sus seres queridos. Gran parte de ellas dentro de las cuatro paredes de su casa, que se ha convertido en su principal refugio para desconectar de la tensión que implica ser deportista.
Una de las habitaciones en las que pasa mayor parte de su tiempo dentro de su domicilio es el salón. Decorado con un sofá de ante oscuro y una gran televisión de pantalla plana, este enclave se ha convertido en el aliado perfecto de Carolina para desconectar. Además, también cuenta con una mesa baja sobre la que reposa un mantel floral, y distintos detalles en madera y plantas que aportan un toque de color al lugar. Como no podía ser de otra manera, Marín posee una manta con la que arroparse mientras permanece en el sofá cuando las temperaturas bajan.
Otro de los lugares a destacar de la casa de Carolina es la cocina. Está equipada con todo lujo de detalles para el disfrute y la comodidad de la deportista. Cuenta con una isla central, a modo de encimera, en la que la onubense saca a relucir el talento culinario que lleva dentro. En lo que a los muebles y electrodomésticos se refiere, ha jugado con los contrastes al combinar el blanco con el negro.
En el baño es donde Carolina prepara sus rutinas de skincare. Tan importante es cuidar el cuerpo, como la mente y el rostro. Algo de lo que la jugadora de bádminton es totalmente consciente, y por lo que se ha grabado, en alguna que otra ocasión, mimando su piel. Unos vídeos en los que puede verse que el blanco predomina en esta habitación, del mismo modo que en el resto, que destacan por los tintes minimalistas y sencillos.
Pero, sin duda alguna, la joya de la corona se encuentra en la parte exterior de su domicilio. Carolina disfruta de un pequeño jardín con toques bohemios, entre los que destaca una hamaca de tela oscura, que cuelga desde una barra de madera, y en la que se ha podido ver a la jugadora practicando actividades como la lectura. Este enclave también destaca por la presencia de vegetación, pues cuenta con césped artificial por todo el suelo, macetas y plantas a modo de decoración. Y cuando las temperaturas comienzan a subir, Marín aprovecha para montar una pequeña piscina en la que poder apaciguar el calor propio de estas fechas.
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