Fue en diciembre de 2017 cuando falleció Carmen Franco, hija del dictador Francisco Franco, tras una larga lucha contra un cáncer terminal. Desde entonces, comenzaría el reparto de una herencia millonaria que iría a parar a sus siete hijos, Carmen, José Cristóbal, Arancha, Merry, Mariola, Francisco y Jaime, además de sus nueve nietos. Ahora, siete años más tarde, esta herencia vuelve a ser noticia de la mano de Carmen Martínez-Bordiú

La socialité, que desde hace unos años vive en Portugal, ha decidido deshacerse de una importante pieza, heredada de su familia. Se desprende así de un tesoro familiar que tiene un gran valor económico. Se trata de una vajilla históricay única en el mundo, que fue a parar a ella tras la apertura del testamento de su madre junto a numerosos muebles y enseres de casa. Sin embargo, esta pieza, es única en el mundo. 

Una vajilla completa de hasta 50 comensales de la marca portuguesa, Vista Alegre. Fue un regalo privado y personal de António Oliveira Salazar, dictador portugués desde 1932 hasta 1968, a la familia Franco. Con este exclusivo regalo, quería mostrar la unión entre las dos naciones.

Las claves de la histórica pieza de la que quiere deshacerse Carmen Martínez-Bordiú

Además, decimos que es única en el mundo porque cada una de las piezas del menaje están íntegramente pintadas a mano, siendo cada fondo de plato distinto del anterior y no puede haber dos vajillas iguales. Decorada con motivos dorados, cada pieza tiene decoraciones únicas, ya que se puede ver dibujado un monumento destacado de la Península Ibérica, de la portuguesa Torre de Belém en Lisboa al Alcázar de Toledo o la Alhambra de Granada, pasando incluso por el Castillo de Guimaraes.

Carmen Martínez-Bordiú, en una foto de archivo

Carmen Martínez-Bordiú, en una foto de archivo

Gtres

Carmen Martínez-Bordiú vive apartada del foco mediático y existe cierto hermetismo en torno a su nueva vida. Por este motivo, lejos de llamar la atención, no quiere hacer la transacción a través de una casa de subastas, como sí ha hecho la familia Lequio con una joya que perteneció a la reina Victoria Eugenia. A pesar de que eso sería lo más normal, ella ha preferido otra vía, ya que quiere que el proceso de venta se haga de la forma más discreta posible y sin levantar mucho revuelo sobre el mismo, tal y como adelantan en Look. 

Por este motivo, Carmen ha decidido la transacción a través de algunos íntimos amigos, quienes le han aconsejado que lo mejor es poner en manos de algún anticuario esta vajilla. Este tipo de profesionales tienen permiso para enseñar a aquellos interesados el producto a través de imágenes, sin desvelar ni el precio ni a quién pertenece. Esta información solo llegaría al cliente cuando este muestre un fuerte interés por la pieza, que es el momento en el que el anticuario cuenta la historia y el valor de, en este caso, la vajilla en cuestión. 

Carmen Martínez-Bordiú pide 12.000 euros por esta vajilla histórica 

Eso sí, esta información tan solo puede llegar a unos privilegiados, que puedan pagar la escalofriante cantidad de 12.000 euros por la vajilla. Este es el precio que la nieta de Francisco Franco ha puesto a esta pieza exclusiva, que forma parte de la herencia que heredó de su madre, Carmen Franco.

Sin embargo, el proceso puede alargarse en el tiempo, pues ya lleva más de un año en el mercado y todavía no ha encontrado comprador. Aunque lo cierto es que esto no le preocupa ni lo más mínimo a Carmen Martínez-Bordiú, ya que no quiere deshacerse de ella por cuestiones económicas, sino por falta de espacio y porque ni la ha usado nunca ni tiene interés en hacerlo. Carmen atesora otras piezas a las que guarda más cariño y que, además, también valen una fortuna. 

Carmen Martínez-Bordiú, en una foto de archivo

Carmen Martínez-Bordiú, en una foto de archivo

Gtres

Desde que falleciera su madre, Carmen Martínez-Bordiú ha buscado la discreción desde Sintra, donde se encuentra afincada. La nieta de Franco dejó de lado su faceta más mediática, donde era habitual que se sentara en los programas de corazón para airear los asuntos familiares o, incluso, pudimos verla participar en 'Mira quien baila'.

Ahora, está centrada en disfrutar de unas vistas al atlántico y de disfrutar de una vida de tranquilidad y paz. No quiere volver a los medios de comunicación y pretende, en la medida de lo posible, que sus pasos sean silenciosos. La última vez que la vimos fue en la boda de Blanca Martínez Carrillo de Albornoz y Salvador Delso Noguera en septiembre del pasado año en Sevilla. La nieta de Franco llegó acompañada por José Miguel Carrillo de Albornoz a la iglesia colegial del Divino Salvador.