Una muerte prematura trae consigo un dolor indescriptible. Miedos, falta de respuestas y angustia. Esto es exactamente lo que siente la familia de Caritina Goyanes desde que el pasado 26 de agosto su corazón dejara de latir. Solo tenía 46 años y miles de sueños por cumplir. Junto a sus hijos, su marido y su madre, Cari Lapique, quien siempre la protegió y la acompañó en sus decisiones. Lo que ninguno de ellos imaginaba es que se iría sin avisar, sin apenas tiempo para despedirse de ella.
Así está ahora Cari Lapique semanas después de enterrar a su hija
Quizás por ello a Cari Lapique solo le salga proteger a sus nietos. Cuidarles y velar por ellos. "Los niños están tranquilos, pero la madre sigue devastada. Se ha entregado en cuerpo y alma al cuidado de sus nietos", dice una persona de su entorno. En ellos encuentra paz, tanta que no quiere separarse de ellos ni un segundo del día. Algo relativamente fácil teniendo en cuenta que vive en el mismo edificio en el que Caritina residía junto a sus hijos y junto a Antonio Matos, su pareja durante los últimos 16 años.
Estaban tremendamente unidos antes de la hecatombe familiar. Caritina Goyanes confiaba plenamente en sus padres, quienes le ayudaban a conciliar su vida personal con el trabajo. Una situación que cambió por completo cuando el pasado 7 de agosto Carlos Goyanes, el marido de Cari Lapique, falleció de un infarto. Entonces se encontraban en Marbella, pero semanas antes en Madrid todo estaba bien. No había problemas de los que preocuparse.
Cari Lapique "no se separa de sus nietos"
Se demuestra en el hecho de que Caritina y sus hijos estuvieran continuamente bajando y subiendo de su casa a la de sus padres. Y, aunque todos se llevaban de maravilla, había un vínculo muy especial entre Carlos Goyanes y su nieto mayor, Pedro. Sentía devoción por él, por lo que, según dicen en 'Informalia', era él el que se encargaba de llevarle al colegio, a los entrenamientos y quien pasaba la mayor parte del tiempo con él. Por esa y otras muchas razones, Cari ahora "no se separa de ellos".
Está destrozada, pero sabe que sus nietos y el marido de Caritina también pasan por un mal momento. Se hace evidente en las fotografías ofrecidas en el último número de SEMANA, donde podemos ver que Antonio Matos está mal, pero luchando por continuar con el gran sueño de su mujer. En vez de tirar la toalla, ha decidido seguir con el catering de su esposa, Sixsens, el cual, por cierto, ha sido contratado para La Vuelta a España. Pero, ¿cuál es el papel de Antonio en este proceso?
El papel de Antonio Matos, viudo de Caritina Goyanes, en su catering
Además de cumplir con la palabra de Caritina Goyanes y con todos los eventos que tenía ya contratados, Antonio se centra en que los números salgan. Para ello hace unos días se reunió durante cuatro horas con los trabajadores del catering de Caritina, de cuyo encuentro salió muy serio y pensativo. No es de extrañar teniendo en cuenta el complicadísimo momento que atraviesa.
Antonio Matos intenta enfocarse en el día a día. Ya ni siquiera piensa en el futuro, ese lugar tan incierto en el que siempre imaginó que estaría la madre de sus hijos. Caritina falleció de un infarto solo 19 días después de la muerte de su padre, Carlos Goyanes, quien partió por el mismo motivo que ella. En la misma ciudad y en el mismo mes, lo que dinamitó por completo a los suyos.
El trabajo del que Antonio Matos sigue pendiente, a pesar de sus circunstancias
Ante un duelo así solo queda ponerse en manos de expertos e intentar reconducir tu vida. Esto es lo que trata de hacer Antonio Matos, el marido de Caritina Goyanes. Además de apoyarse en su familia política, con la que se lleva de maravilla, y en su hermano Jaime, al que adora, también se vuelca en el trabajo. Es empleado de una correduría de seguros llamada Malumm Brokers, de la que es socio y donde han sabido entender todo lo sucedido.
La despedida de una compañera de trabajo a Caritina que ha emocionado a todos
La muerte de Caritina ha calado hondo en la sociedad. Por su muerte repentina y porque era muy querida en los medios de comunicación. Era alegría y representaba una dedicación máxima que sus trabajadores aún recuerdan. Tanto que nadie podrá olvidarla como jefa, tampoco como compañera. "Teníamos un evento juntas, era uno más o eso pensaba yo. Jamás pude imaginar que en este ya no estarías. Que no estarías guiando a tu equipo que te adoraba, ni en la cocina haciendo magia para que todo saliera perfecto. Pero hoy verás desde el cielo como todo el equipo que formaste sigue vivo y es uno de tus legados. Te vamos a echar tantísimo de menos. Descansa en paz amiga", escribió.