José Antonio Canales Rivera ha acudido al plató de ‘Sálvame’ a enfrentarse a las imágenes de su bronca en plena calle de Cádiz en los carnavales. El torero explicaba que los motivos por los que se había visto envuelto en la trifulca durante el fin de semana del 18 de febrero “son suficientes como para defenderme”. Mientras que su compañero Miguel Frigenti señalaba que estaba mintiendo, él se justificaba y puntualiza que había algo más que un comentario, que no se produjo, hacia su madre Teresa Rivera. Tras disculparse, zanjó todo de forma tajante: “Me acuerdo de lo que pasó pero no te lo voy a contar. No lo voy a explicar porque no me da la gana”.
Comenzaba su intervención muy avergonzado por todo lo que se podía haber visto. Confiesa que “no tenía que haber pasado” y que estaba muy lejos de esa imagen que había dado. Las dudas surgen tras no entrar en detalles públicamente y contradecir la versión que el propio programa ofrecía a los espectadores anteriormente. Todo habría comenzado, según él, cuando intentó mediar entre dos amigos sin éxito. En ese momento en el que vio a su madre allí y la tensión aumentando, fue él el que terminó dentro del conflicto inicial: "Quien hace el ridículo soy yo y no pasa nada. A mi me entra un instinto de protección". Según su versión, el punto no fue que se metieran con su madre, sino un cúmulo de momentos de tensión anteriores: “solo llega un momento que la paciencia se agota”. Esta pelea ya estaría judicializada, como se conoció el 22 de febrero, y Canales Rivera ya tendría una denuncia por los hechos. Aunque sí asume en ese momento “debí mantener una postura más paciente” al final se llegó a ese punto “porque el respeto se falta unos a otros”. Nuevos testigos han dado su versión y coinciden en que estaba especialmente enfadado y que, incluso, habría sido él el que comenzara toda esa “batalla”.
La dueña del bar sufre las consecuencias de la bronca
La pelea entre Canales Rivera y la otra persona en plenos Carnavales ha tenido un damnificado aún mayor. La dueña del bar de Cádiz donde todo sucedió, y que intentó mediar para evitar que todo fuera a mayores, está de lo más molesta. Se vio inmersa en todo el tumulto y, tal como indicó José Antonio León, ahora está de baja, con una ruptura de coxis y el bar cerrado por lo mismo. Le explicaba que quiere tomar medidas porque “está sufriendo con su autónomo y es eso de lo que se queja”. Todo fue, tal como narra, en ese momento de tensión cuando “se ha caído o la han tirado mal”. Otros testimonios añadían que se había producido más tensión porque escucharon, incluso, el ruido de una botella contra un escaparate. Rápidamente salía al paso negando todo pues el colaborador de ‘Sálvame’ no quería que se sembraran más dudas todavía. Quiso aclarar que sus hijos no estaban presentes y que la presencia de su madre fue determinante para que no fuera más, que la intención de pararle pareció surgir efecto. Lo que parece que sucedió es que se vio de lleno en el centro tras intentar poner calma: “No la tiró porque estaba de espaldas”. En lo que sí coinciden todos es en la constante tensión y furia que este tenía. Mientras que una mujer presente le definía como “un toro de miura”, para otra, directamente, “era fuego”.