El juicio de Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana ha comenzado este martes en los juzgados de Barcelona. Ha sido un día terriblemente duro para la extenista, que no ha podido evitar las lágrimas en el interior de la sala en la que han tenido que estar presentes cuando se enfrentan a la petición de la Fiscalía de cuatro años de prisión por alzamiento de bienes.
Arantxa Sánchez Vicario ha sido la primera en llegar a los juzgados. Y lo ha hecho con rostro serio. Este martes era el día en el que ella tenía que ser interrogada y no ha dudado en mostrarse arrepentida, aunque ha asegurado que su exmarido ha sido el culpable de todo: "Yo nunca he gestionado ese patrimonio porque desconozco cómo se hace. Me he dedicado al tenis y siempre me he fiado de terceras personas y en estos momentos era mi marido, la persona que ha estado a mi lado, y en ese momento es quien gestionaba todo", ha declarado rotunda Arantxa Sánchez Vicario.
Y ha añadido que ella en todo momento se fio de su marido: "Mi marido es el que organizó todo. Él llevaba las riendas, gestionaba todo y me dijo que no me preocupara", ha insistido Arantxa Sánchez Vicario en la vista que ha durado al menos tres horas. A la salida, la extenista no ha podido evitar mostrarse abrumada ante la cantidad de medios de comunicación que había en el exterior. Ha dejado claro que no iba a contestar a ninguna de las preguntas que se le hicieran sobre el caso.
Se ha mostrado abrumada a la salida de los juzgados
Vídeo: EUROPA PRESS.
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Desde que ha llegado a los juzgados de Barcelona, Arantxa se ha mostrado con un actitud muy diferente a la de su exmarido, Josep Santacana, que declarará el próximo viernes. Este ha llegado acompañado de su abogado, vestido con una camisa blanca, un pantalón beige y una mochila en uno de sus hombros. Se ha mostrado en todo momento con semblante tranquilo: "Afronto el juicio bien, con tranquilidad". Además, ha declarado rotundo que no está arrepentido de nada.
El inicio de este juicio, que se prolongará hasta el próximo viernes 15 con la declaración del propio Josep, ha coincidido con la celebración del 15º aniversario de su boda, que se celebró en el castillo de Peralada, en Girona. Ahora las cosas entre ellos son muy diferentes, aunque eso sí, sus vidas estarán unidas para siempre porque tienen dos hijos en común, Arantxa, de 14 años, y Leo, de 11.
Los motivos del juicio
La causa de este juicio se encuentra en una deuda que arrastra Sánchez Vicario desde 2009. Por aquel entonces, el Tribunal Supremo confirmó que la tenista debía hacer frente a una multa de 3,5 millones de euros más intereses por evasión fiscal, sumando un total de 5,2 millones de euros. Esta suma debía ser abonada al Banco de Luxemburgo, entidad que luego de múltiples intentos fallidos de comunicación con la deportista, decidió emprender acciones legales contra ella y su entonces esposo. La situación se complica al saberse que Arantxa y Santacana, ya separados, enfrentan una posible condena de cuatro años de prisión y una indemnización de más de 6 millones de euros.
Parece ser que el núcleo del conflicto radica en un acto de alzamiento de bienes o insolvencia punible, después de que Sánchez Vicario no proporcionara una lista de bienes para ser embargados y cubrir la deuda, que llegó a ascender hasta los 7,5 millones de euros. Ante este panorama, el Banco de Luxemburgo optó por la vía penal en 2015, presentando una querella contra la tenista y su exmarido.