Hace apenas unas horas, Anabel Pantoja hacía saltar todas las alarmas al compartir una imagen desde el hospital. Después de haber permanecido situada en el ojo del huracán tras el ingreso de su hija, la sobrina de Isabel Pantoja ha vuelto a copar titulares. Esta vez, por un problema de salud propio por el que ha tenido que ser operada con carácter de urgencia.

Anabel Pantoja emite un comunicado urgente tras ser intervenida quirúrgicamente

Anabel Pantoja emite un comunicado urgente tras ser intervenida quirúrgicamente.

@anabelpantoja00 Instagram

A través de sus redes sociales, Anabel Pantoja detallaba la razón por la que había tenido que pasar por quirófano, también para ayudar a sus seguidores a que prevengan cualquier empeoramiento en su estado de salud si comienzan a experimentar los mismos síntomas que ella: “Hoy me han intervenido quirúrgicamente, pero nada grave. Os quiero contar qué me ha pasado para que podáis evitarlo”, comenzaba diciendo, creando la máxima expectación entre sus fans. 

Anabel Pantoja alerta a sus seguidores sobre su última intervención: "Todo viene del día que di a luz a Alma"

Según ella misma ha confesado, su preocupación comenzó después de dar a luz: “Llevo desde las 10 de la mañana fuera de casa. Hemos tenido un día brutal, pero todo ha sido para mejorar (…) He acabado quirúrgicamente intervenida. Todo viene del día que di a luz a Alma. Me quité estos pendientes, porque evidentemente me los tenía que quitar y se me olvidó ponérmelos. A los dos días tenía los agujeros cerrados”, ha contado, probablemente sin llegar a imaginar lo que sucedería después.

Storie de Anabel Pantoja

Storie de Anabel Pantoja.

@anabelpantoja00 Instagram

Y es que, al poco tiempo, se le formaron unos bultos a los que no dio mucha importancia: “No duelen, pero molestan… Pensaba que eran granos infectados, mierda, etc… En un ambulatorio no me lo hacían, he tenido que buscar un médico estético, para que después quede bien”. El profesional en cuestión ha sido el que le ha dado el diagnóstico del porqué le han salido estas inflamaciones: “Cuando el médico lo ha visto me ha dicho que se llama: QUISTE DE INCLUSIÓN TÉRMICA. Con mis palabras, quiste de tu propia piel”, matizaba la protagonista.

Los "quistes de inclusión térmica" por los que la sobrina de Isabel Pantoja ha tenido que pasar por quirófano

Esto hizo que Anabel no dudara ni un segundo en pasar por quirófano para que estos dos quistes le fueran extirpados, pues no podía utilizar pendientes con cierta normalidad pese a no sentir dolor. Tras ser intervenida, la sobrina de Isabel Pantoja ha mostrado el resultado de su oreja, con venda y algunos puntos: “Más puntos que un dictado”, ha escrito, haciendo gala de su característico humor.

Teniendo en cuenta que la operación ha sido reciente, Anabel ha revelado que su oreja aún “no ha vuelto a su ser”. Ha sido una cirugía de apenas media hora, aunque la colaboradora pensaba que incluso iba a ser más rápida, al ser tan pequeños los bultos: “Lo han hecho estupendamente. Cuando hemos llegado al segundo bulto, me ha dicho que eso parecía un garbanzo. Si lo hubiéramos dejado más, la cosa hubiera pintado mal”, ha comentado, orgullosa por haber actuado a tiempo.

Además, si algo ha querido dejar claro, es que está en perfectas condiciones en cuanto a salud: “Para finalizar, deciros que estoy bien. Es verdad que al final me he dejado de ir porque desde que nació Alma hasta ahora mismo no lo he echado en cuenta y ese es el problema, que siempre priorizamos cosas (…) Cuando llegas a un sitio y hay profesionales que te cuidan, lo importante es la eficacia y la rapidez. Me han tratado genial, hasta he llorado en el quirófano y la enfermera me ha cogido la mano”, ha revelado, dando así las gracias a los profesionales que han permanecido a su lado.

 

Cabe destacar que esta operación ha tenido lugar justo después de una de las fechas del año más importantes para Anabel. Como sevillana, la hija de Bernardo Pantoja se desplaza hasta Andalucía cada Semana Santa para disfrutar de sus tradicionales procesiones. Algo que ha hecho con más fervor si cabe este año, pues el padre de su hija, David Rodríguez, es costalero en Córdoba: “Para mí la Semana Santa acaba en la Madrugá. Cuando ya amanece el viernes... Digamos que sigue, por supuesto, con todas las hermandades que salen, pero estoy acostumbrada desde pequeña a que cuando termina la Madrugá, yo termino. Me voy a la playa o hago planes y demás (…) Desde que conozco a David, el Viernes y el Sábado Santo son como obligatorios. No puedo más. Veo una cruz o un nazareno y me da fatiga. O sea, con respeto, evidentemente. Escucho una banda y me da jaqueca. Pero porque no hemos parado, desde el jueves anterior a Semana Santa”, se quejaba en sus redes sociales, deseando volver a Gran Canaria y tener un poco de tranquilidad