Anabel Pantoja está ilocalizable. La hija de Bernardo Pantoja está destrozada tras perder a su padre, quien acaba de fallecer tras casi un mes ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Un durísimo momento sobre el que no quiere hablar de momento con nadie, prueba de ello que ni siquiera haya cogido el teléfono a nadie. Ni a los periodistas ni tampoco a su familia. Según ha podido saber SEMANA, Anabel Pantoja quiere vivir en silencio estas primeras horas y digerir el durísimo golpe que acaba de sufrir. Aunque desde hace días se sabía que el final estaba cerca, la colaboradora de televisión está hundida, de hecho, no deja de llorar. Está en la clínica en la que acaba de morir su progenitor con la compañía de sus familiares más directos, entre otros, su tía Isabel Pantoja y su madre, Mercedes Bernal.
Anabel Pantoja ha preferido esperar para despedirse de su padre. No se siente todavía preparada para explicar cómo se siente tras el fallecimiento de su padre, de hecho, no ha utilizado sus redes sociales aún para recordarle y brindarle su particular homenaje. A diferencia de Kiko Rivera, quien ya se ha despedido de su tío Bernardo, Anabel quiere su tiempo y volcarse únicamente en su familia, quienes permanecen a su lado en el que es, sin duda, su peor momento. Aunque padre e hija habían pasado una relación de altibajos, la sevillana estaba muy pendiente de él y de cómo se encontraba en la actualidad. Este mismo miércoles viajó de urgencia a Sevilla para reunirse con su padre, ya que los médicos informaron al entorno de que Bernardo y su salud se estaba viendo especialmente deteriorada. En las últimas semanas Anabel había compartido algunas imágenes desde el hospital, por ejemplo, dando de comer a su padre y, aunque sabía lo complicado que era su cuadro médico, confiaba en que remontara. Así las cosas, el fallecimiento de Bernardo Pantoja no es el único golpe al que la sobrina de Isabel Pantoja, sino también la tensión vivida en los muros de la clínica. Y es que, según han revelado en las últimas horas, se ha prohibido que la esposa de Junco, que ha permanecido a su lado en sus últimos años de vida y que, además, se casó con él en el año 2018, no ha podido dar su último adiós a Bernardo como hubiera esperado. Le habría limitado los pasos a la habitación en la que estaba hospitalizado su marido, hecho que hacía mucho más difícil su despedida. Además, otros como Sylvia Pantoja, también se quejaban de que habían vetado su entrada en la clínica, no siendo esta la única que ha denunciado algo así.