Álex Lequio tuvo que ser ingresado de urgencia en dos ocasiones la semana pasada. El martes pasado acudió a la Clínica Rúber Internacional, haciendo saltar todas las alarmas. Su madre, Ana Obregón, aseguró en su momento que no había motivo para preocuparse, dado que el motivo de su visita al hospital era una mera gastroenteritis. Trataba de tranquilizar a aquellos que están siguiendo de cerca la evolución de su hijo en su lucha contra el cáncer. No obstante, el viernes regresaba al mismo centro médico para ser de nuevo ingresado, donde ha permanecido durante el fin de semana bajo observación profesional.
Alessandro Lequio ha continuado con sus responsabilidades profesionales, como acudiendo a las instalaciones de Telecinco para ejercer como colaborador de ‘El programa de Ana Rosa’. A su salida, el aristócrata italiano ha respondido con amabilidad las preguntas de los reporteros, sin tratar de restar importancia a la lucha que afronta su hijo, pero tampoco queriendo dramatizar con una situación con la que la familia lidia desde hace ya cerca de dos años.
Alessandro Lequio no quería hablar en demasía sobre la situación médica de su hijo, alegando que “todo sigue igual”, pero que lo importante es que tanto su hijo como él y Ana Obregón tienen todas las esperanzas puestas en que pronto termine este calvario. Una delicada situación que les ha unido más si cabe, pero que ahora les obliga a hacer piña en una habitación de la clínica Rúber Internacional de Madrid.