Los días pasan y los 'royals' intensifican su labor en la crisis contra el coronavirus, ya sea teletrabajando desde sus palacios, ya sea en persona cuando es posible. Es el caso de Victoria de Suecia, quien ha tomado el testigo de sus padres, los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, para ponerse al frente en la representación activa de esta epidemia. Estos días la veíamos en su despacho en su residencia de Haga, en una curiosa imagen, realizando sus tareas conectada a un móvil con cascos, mientras escribía en un cuaderno. En esta labor también se ha buscado un aliado perfecto, su marido, Daniel Westling, con el que también salió al exterior para visitar un centro de investigación contra este virus.
Lo cierto es que el matrimonio lleva un par de semanas de intensa actividad en este sentido. Desde hace varios días no dejan de hacer llamadas telefónicas y videoconferencias con los responsables de empresas y organizaciones de su país para interesarse por su situación y dar voz a sus preocupaciones. Por supuesto, también se han ocupado de tratar con las autoridades sanitarias, agradecer su esfuerzo al personal y dar ánimos a los enfermos de Covid-19.
La avanzada edad de los reyes (73 años tiene Carlos Gustavo y 76 Silvia de Suecia) hace que ellos hayan pasado a la segunda línea para dejar el protagonismo a su heredera. De hecho, se han traslado desde su residencia oficial en Estocolmo hasta el castillo de Stenhammar, en la ciudad de Flen, situado a una hora y media de la capital escandinava. Pertenecen a un grupo de riesgo y han decidido seguir todas las precauciones sobre su seguridad. Antes el monarca ofreció un discurso televisado en el que apelaba a la responsabilidad, en la línea del resto de reyes del continente, incluido el Rey Felipe VI.
En estas circunstancias, la princesa Victoria se ha tomado su 'nuevo' cargo muy en serio y es una de los miembros de la realeza europea más activos. Ayer abandonaba las dependencias palaciegas de Haga junto a su marido para acudir al Instituto Real de Tecnología, donde llevan a cabo investigaciones para controlar y evitar la propagación del coronavirus, y especialmente el desarrollo de pruebas rápidas que permitan saber si una persona está infectada o no. Después, la pareja se desplazó hasta la Dirección Regional Regional de Salud, a las afueras de Estocolmo, desde donde se coordina todo el sistema de atención médica, informándose de primera mano sobre su gestión.
Victoria de Suecia lucía un traje de chaqueta y pantalón gris, con el pelo recogido en un moño, como es habitual en ella, dando una imagen muy sobria y profesional. La heredera es un miembro muy querido de la Familia Real, con una popularidad incluso por encima de la de su padre. Ella demuestra estar perfectamente preparada para asumir funciones más relevantes, y en eso cuenta con el gran apoyo de su marido y padre de sus dos hijos, Estelle y Oscar.
Su agenda continuará bien cargada el resto de semana. Hoy mismo la princesa Victoria y el príncipe Daniel visitan el hospital de campaña en Älvsjö. Una manera de mostrar que están al lado de su pueblo en unos momentos complicados y que pueden contar con ellos. A esto seguirán las conversaciones telefónicas con distintas entidades benéficas, como con la Fundación Care about the Children.