Victoria Federica es un personaje habitual de la prensa del corazón y de las revistas de moda, en las que aparece como una de las 'royals' con más tirón como 'influencer'. Pero, a pesar de su fama, la hija de la Infanta Elena no suele hablar en público. Es algo que ha hecho en muy contadas ocasiones. Sin embargo, ahora rompe sus propias reglas y se sincera como nunca ante las cámaras.
En una entrevista a Vicky Martín Berrocal en su pódcast 'A solas con', la joven cuenta en su charla con la andaluza que su relación con su familia es excelente. "Me siento súper afortunada de la familia en la que he nacido. Son mi hogar, son mi casa, son lo más. No la cambiaría por nada del mundo”, dice.
En los cincuenta minutos que dura la entrevista, la nieta de Juan Carlos I se muestra sincera sobre su papel como miembro de la realeza. Es cierto que ha sentido mucha presión en determinadas ocasiones, pero no siente que "sea un peso" formar parte de la familia del rey. “Más que un título, heredo los valores que me ha dado mi familia -mis abuelos, mis padres, mis primos, mis tíos- porque, al final, de todos ellos, sea quien sea, aprendo algo bueno”, sostiene.
"De mayor quiero ser como mi madre", asegura Victoria Federica
De sus seres queridos, Victoria Federica no oculta que siente verdadera debilidad por su madre, con la que mantiene una excelente relación. "Mi madre es un ejemplo de todo.... Es una relación de madre e hija normal. Lo mejor era cuando montábamos a caballo juntas. Yo de mayor quiero ser como ella".
Igual de bien se lleva con su hermano Froilán. Son amigos y confidentes. No tienen secretos el uno para el otro. “Creo que es mi mejor amigo. Es una persona ‘vitamina’, literalmente”, explica. Ahora que él está viviendo en Abu Dabi nota más que nunca su ausencia.
Pero si hay alguien en su familia por quien sienta especial devoción, ese es su abuelo, el rey emérito, con el que comparte pasiones como la naturaleza o los toros. "Lo echo mucho de menos", relata.
Sin duda, la parte más interesante de su entrevista tiene lugar cuando habla sobre cómo lleva el peso de la fama. "A veces me siento enjaulada", desliza. No cabe duda de que no resulta fácil estar siempre en el foco de la noticia. Y así lo reconoce en su cara a cara con la diseñadora: "Hay titulares que no son verdad. Hay muchos titulares que se los inventan y esos son los que más me afectan. Tergiversan todo lo que hago".
"Soy la tía más tímida del mundo", reconoce la hija de la Infanta Elena
Quizás ser quién es la ha convertido en alguien más cauto de lo normal a la hora de establecer relaciones personales. Se define como "la tía más tímida del mundo". No tiene reparos en admitir que va a la consulta de un psicólogo: "Hago terapia, no es algo que lleve constantemente".
A pesar de su timidez, en octubre de decidió abrir sus perfiles en las redes sociales para ser ella quien marcara la pauta de su exposición pública. "Igual si me abro las redes yo enseño lo que quiero enseñar de mí. Quise coger el control de la situación porque vi que se iba de madre, sacaban un montón de cosas y me afectaba", subraya.
Así sobrelleva la fama y las críticas
Reconoce que "cuesta un poco confiar en la gente" y desea que "hay gente que puede acercarse por interés". Cuando elige a sus amigos, intenta que sean personas que están a su lado por lo que "dice" o "por cómo yo soy". Y es que se siente observada constantemente: "Salgo a la calle con un amigo mío y ya es mi novio. Tú y yo nos vamos a cenar y yo estoy más pendiente de lo que pase a mi alrededor".
Sobre las críticas y cómo las afronta, la sobrina de Felipe VI asegura que lo lleva bastante bien, excepto cuando se dicen cosas sobre su familia. Es entonces cuando siente "impotencia", ya que cree que muchas cosas que se publican sobre ella y sobre sus familiares no son ciertas.
En el amor, Victoria Federica no descarta encontrar el amor verdadero: "Yo sí creo en el amor para toda la vida". Eso sí, dar rienda suelta a lo que siente su corazón es algo que le cuesta. No se entrega a la primera: "No me enamoro fácil. Me cuesta muchísimo confiar en la gente".
A sus 23 años, la nieta de los reyes eméritos parece tener muy claro lo que quiere, cómo lo quiere y el precio que debe pagar por ello. Tiene metas, pero ante todo está su bienestar personal. "El éxito es estar bien conmigo misma", concluye.