La etapa "más desafiante y retadora de nuestras vidas". Así ha definido el príncipe Guillermo este último año, en el que tuvo que afrontar el diagnóstico de cáncer de Kate Middleton y el rey Carlos III. Desde que se conoció la situación de su mujer, el heredero al trono de Inglaterra se ha volcado completamente con ella, hasta el punto de paralizar su agenda institucional durante un tiempo para luego, redoblar sus esfuerzos a la hora de suplir la ausencia institucional de la princesa de Gales y también a su padre.
Como han apuntado varios expertos, Guillermo de Inglaterra ha estado sometido a mucha presión en el último año, en el que ha tenido que ponerse al frente de la institución que encabeza su padre. Ahora, cuando la recuperación de su mujer y el soberano parece ir viento en popa, el príncipe de Gales se ha permitido viajar en solitario a España, donde, el pasado fin de semana, dedicándose a uno de sus planes privados predilectos. Lo mismo han hecho Guillermo y Máxima de Holanda. Eso sí, juntos, pero no revueltos.
El hermetismo absoluto en torno a la familia real británica en su año más complicado que se recuerda
Si por algo se caracteriza la familia real británica es por su hermetismo absoluto en torno a todo lo que tiene que ver con su vida de puertas para dentro de palacio. No hay que irse muy lejos para encontrar un ejemplo de esta falta de información respecto a la intimidad de los Windsor. Antes y después de confirmarse el diagnóstico de cáncer del Rey Carlos III y Kate Middleton, las actualizaciones sobre el estado de salud de ambos se han reducido hasta su mínima expresión.
Tanto es así que la princesa de Gales necesitó varios meses para anunciar que padecía la enfermedad en medio de su polémica ausencia del ojo público y los constantes rumores sobre qué le sucedía en realidad. De la operación abdominal de la que tuvo que ser intervenida el pasado mes de enero, poco o nada se sabe.
Por no saberse, cerca de un año después, se desconoce el tipo de cáncer que les fue detectado al padre y la mujer del príncipe Guillermo. En cuanto a Carlos III, no se ha especificado qué tipo de tratamiento ha seguido para luchar contra el cáncer y si, todavía, sigue recibiéndolo. Kate Middleton, por su parte, sí anunció a bombo y platillo en septiembre, con un emotivo vídeo, que había dado por finalizada la quimioterapia. Desde entonces, el Palacio de Kensington parece haber descartado actualizar a la opinión pública sobre su estado de salud o sobre cuándo retomará a pleno gas sus funciones reales.
El plan que ha reunido en España, por separado, al príncipe Guillermo y Máxima y Guillermo de Holanda
Es por todos estos precedentes que han generado una gran crítica en Reino Unido, que ha llamado poderosamente la atención el hecho de que haya salido a la luz la escapada "secreta" a nuestro país en la que se embarcó el príncipe Guillermo el fin de semana pasado. En ausencia, cabe subrayar, de Kate Middleton, que se quedó al cuidado de los tres hijos del matrimonio, George, Charlotte y Louis, en Adelaide Cottage.
Como ha informado Isabel González en 'Las mañanas de Federico', el heredero al trono inglés se trasladó a la finca La Garganta, propiedad de Hugh Grosvenor, duque de Westminster, situada en Ciudad Real, donde disfrutó de unas jornadas de caza en compañía de amigos. La finca tiene una extensión de 15.000 hectáreas, inmersa en el Valle de Alcudia, y está especializada en la caza de perdiz.
Coincidencia o no, el mismo fin de semana que el futuro rey de Inglaterra se trasladaba a la ciudad manchega en su viaje privado, los reyes Máxima y Guillermo de Holanda, junto con los titulares de la corona de Bélgica, Matilde y Felipe, hacían lo propio en Toledo para dedicarse en cuerpo y alma al mismo hobby. El cónclave neerlandés-belga se produjo en la finca La Ventosilla, ubicada en la localidad de Polán. También cazaron perdices.
La garantía de privacidad y secretismo del que se ha beneficiado el príncipe Guillermo en nuestro país
Hasta donde se sabe, ni el príncipe Guillermo ni Máxima y Guillermo de Holanda y Matilde y Felipe de Bélgica se reunieron con Felipe VI y la Reina Letizia, a pesar de viajar a nuestro país. De acuerdo con 'Vanitatis', que se ha hecho eco de la noticia difundida por el programa de esRadio, se trata de viajes privados y secretos, caracterizados por el hermetismo más absoluto.
Es decir, ni las embajadas ni las casas reales correspondientes informan al respecto. Tampoco, necesariamente, a las autoridades pertinentes del país destino, como, recordemos, sucedió con la escapada 'secreta' de Federico de Dinamarca en el que coincidió con Genoveva Casanova aunque, en esa ocasión, no viajó a nuestro país para cazar.
La confidencialidad e intimidad de los clientes es protegida al máximo, también, por los responsables de las fincas donde tienen lugar este tipo de encuentros para cazar.