La exclusiva de la que todo el mundo está hablando ocupa la portada del nuevo número de SEMANA. Las fotografías que materializan la reconciliación entre la Infanta Cristina y su hermano, el Rey Felipe VI. El ansiado instante entre los hermanos se ha dado hace unos días en Sevilla, en la misa funeral por Fernando de Borbón y Medina, primo segundo de ambos. Sin duda, a pesar del triste motivo de esta reunión, habrá sido un día de emociones para ambos hermanos que ven ahora cada vez más cerca la relación de normalidad entre ambos.

El lazo que siempre había unido a Felipe VI y la Infanta Cristina saltó por los aires con el estallido del Caso Nóos y terminó por dar carpetazo a la presencia de Cristina en cualquier espacio oficial de la Casa Real. La posterior condena de Iñaki Urdangarin no hizo sino que alejar más a los hermanos que velaban cada uno por sus intereses, Cristina por mantener a su familia unida en la adversidad y Felipe VI por mantener a la institución libre de polvo y paja en el inicio de su complicado reinado. No ha sido hasta catorce años después y tras firmarse el divorcio con el proscrito Iñaki cuando ha podido darse el acercamiento.

Nuestra Lara Ferreiro, psicóloga y autora del libro '¡Ni un capullo más!: El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta' (Grijalbo, 2025), nos da las claves de este acercamiento y cómo deben hacer para afianzar esta nueva relación fraternal.

En primer plano, los Reyes Felipe Vi y Letizia, justo detrás, las hermanas del Rey, las Infantas Elena y Cristina en el funeral de Alicia de Borbón en 2017

En primer plano, los Reyes Felipe Vi y Letizia, justo detrás, las hermanas del Rey, las Infantas Elena y Cristina en el funeral de Alicia de Borbón en 2017.

Gtres

El respeto mutuo y la fijación de límites, claves para la reconciliación

Lara Ferreiro destaca que “las fotos de la portada de SEMANA no son casualidad, aquí hay un mensaje detrás de todo. El símbolo del beso es “operación retorno a la Casa Real”. Es la confirmación de la operación de rescate de la imagen de Cristina de Borbón”. Según nuestra experta, “Felipe Vi y su hermana la Infanta Cristina siempre se han querido, pero hace 14 años el Rey tuvo que tomar la decisión de apartarla por el bien de la institución. En aquel entonces Felipe VI puso la cabeza por delante del corazón. Sin duda esta decisión seguro que le ha generado muchísimo dolor, pero no ha sido hasta ahora, con un divorcio ya consumado que no se ha podido dar el acercamiento”.

Los hermanos juntos en la recepción del 12 de octubre del año 2011 en el Palacio Real de Oriente.

Los hermanos juntos en la recepción del 12 de octubre del año 2011 en el Palacio Real de Oriente.

Gtres

El retorno ha sido gradual hasta culminar en la imagen del beso fraternal de la reconciliación. “Para que esta reconciliación sea real y auténtica ambos han tenido que reconocer el dolor y todas las emociones que han transitado en este tiempo”, nos cuenta Ferreiro. “Muchas veces los hermanos peleados generan un trauma familiar, pero para poder superarlo deben hablar claro y generar unas expectativas concretas en su relación”. Algunas de las claves para afianzar esta nueva etapa nuestra experta “para construir una nueva relación deben profesarse un respeto mutuo, pero también aprender a poner límites, saber qué están dispuestos a hacer el uno por el otro y a dónde no quieren llegar. También en el caso de Felipe VI y la Infanta Cristina deben saber cómo gestionar la presión mediática”.

El “síndrome de la desconfianza crónica”, el escollo a superar para el Rey Felipe VI

“Es crucial hablar sobre las expectativas de esta segunda oportunidad”, me comenta Lara Ferreiro, “a lo mejor uno de los dos quiere recuperar la relación de hermanos íntimos que tenían antaño y la otra parte necesita ir a un ritmo más lento”. Llegados a este punto, nuestra psicóloga de cabecera lanza una advertencia: “esto es importantísimo definirlo para no caer en antiguos patrones disfuncionales o viciados. Debe haber una reconstrucción de la confianza después de todo lo que vivieron con el Caso Nóos, eso requiere tiempo, consistencia y transparencia”. Existe una posibilidad de que este problema se enquiste y nuestra psicóloga advierte “hay personas que caen en el síndrome de la desconfianza crónica, no pudiendo superar las traiciones del pasado. Es una posibilidad que el Rey Felipe VI se pueda ver afectado por este síndrome”.

“Es muy importante en estos casos el perdón como terapia. Un espacio en el que ella pueda pedir perdón y él a ella, que sea mutuo y sincero. Esto ayuda muchísimo, libera y ayuda a avanzar hacia una recuperación emocional total”. Y es que según Ferreiro, “todos han debido pasar por un duelo donde ha habido mucho dolor, mucha tristeza, muchos miedos, rabia y a lo mejor también ponemos el foco en él por cómo se debió sentir por las acciones de su hermana, pero también ella se pudo sentir traicionada o abandonada por su hermano al poner la institución por delante de su relación de hermanos”. Y en esta misma línea, Lara concluye que “es básico entender que ambas partes tienen derecho a sentirse dolidas y defraudadas y que es el querer arreglar la situación lo que debe primar. En estas situaciones un familiar se suele erigir como “pegamento de la familia”, es muy posible que este papel haya recaído en la Reina Sofía”.

Para acabar, nuestra psicóloga de cabecera anota que “un paso crucial para poder afianzar esta reconciliación es tratar de evitar revivir conflictos. No hablar del Caso Nóos, no hablar de Iñaki Urdangarin ayudará a evitar nuevos resentimientos, a no profundizar en las heridas, a no revictimizar ni retraumatizar. Esto no es fácil, pero es un esfuerzo común que deberán llevar a su día a día”. Y en la línea de crear una nueva unión, Lara Ferreiro destaca que “será importante que se puedan dedicar tiempos a solas para reconstruir su intimidad y su lazo de hermanos. Esto es una carrera de fondo y requiere de una constancia y una voluntad inquebrantables. Si se vuelve a dar un escandalo o un problema, todos los pasos hacia la reconciliación pueden no haber servido para nada. Ambos tienen mucho trabajo emocional por delante, pero si se mantienen enfocados en el objetivo común, la reconciliación total es posible”.