La reina Camilla, en otro tiempo Camilla Parker Bowles y antes de eso Camilla Shand, cumple 77 años y lo hace en un momento extraño de su vida. Desde septiembre de 2022 es la consorte del rey Carlos III y se ve en la posición que nunca quiso ocupar: la de ser reina de Inglaterra. Por si eso no fuera suficientemente surrealista ya, al mismo tiempo que Carlos era coronado por fin, como siempre quiso, cayó enfermo al serle diagnosticado un cáncer. Desde enero el día a día de Camilla pasa por asumir tareas de representación propias de su rango y lidiar con un marido enfermo que si en pleno uso de sus capacidades se comporta como un niño malcriado y despótico imaginad cómo será estando pasando un bache de salud…
Los 77 de la reina Camilla, como la propia Isabel II pidió que se la conociera antes de morir, llegan en un momento convulso y complicado, pero es que la relación de Camilla con el pueblo inglés siempre ha tenido esta naturaleza complicada. Repasamos sus 76 años a través de tres grandes polémicas en las que se ha visto envuelta a lo largo de su vida pública.
Su presencia en la boda real y el emblema de un amor prohibido
La propia Diana de Gales fue la encargada de destapar algunas de las polémicas en las que Camilla se ha visto expuesta. Durante su polémica entrevista en Panorama en 1995 (por a que la BBC fue condenada a indemnizar a la familia después de que se demostrara que se consiguió a través de manipulaciones) Diana pronunció la mítica frase de “éramos tres en este matrimonio” refiriéndose a la presencia omnisciente de Camilla en su relación con Carlos. Diana relata como mientras desfilaba hasta el altar de Saint Paul el día de su boda pudo ver a Camilla entre los asistentes estirando su cuello para poder verla dirigirse hacia el príncipe de Gales.
Además, Diana también contó en una entrevista que durante su luna de miel con el entonces príncipe Carlos se puso unos gemelos regalo de Camilla que tenían dos “c” entrelazadas haciendo referencia a sus nombres, Carlos y Camilla. Diana recuerda como también en su viaje de recién casada descubrió que Carlos guardaba una fotografía de Parker Bowles en su diario, algo que uno no suele esperar encontrar en el diario de su recién estrenado marido. Todos estos detalles destapados por Diana en vida ayudaron a que Camilla fuera percibida como la bruja de este cuento, la mala de la película o incluso, como algunos periódicos la proclamaron: la mujer más odiada de Gran Bretaña.
El tampongate
En enero de 1993 salió a la luz una grabación de una conversación telefónica privada entre Carlos y Camilla que se había producido en 1989. Las fechas son importantes, porque, aunque en 1993 los príncipes de Gales, Carlos y Diana, habían anunciado su separación, en el año 1989 en el que se produjo la conversación, a ojos de todos eran un matrimonio feliz. En la conversación, de alto voltaje erótico, se puede escuchar a los enamorados confesarse lo mucho que se echan de menos y las ganas que tienen de volver a verse y es en ese punto álgido cuando Carlos pronunció unas palabras que, al haberse hecho públicas, le perseguirán toda la vida.
“Ojalá viviese dentro de tus pantalones. ¡Sería todo mucho más fácil!” “¿En qué te convertirías, en un par de bragas?” “¡En un tampón! ¡Qué suerte la mía!”. La transcripción de esta conversación dio la vuelta al mundo publicándose en revistas y diarios de todos los países. Se confirmaba lo que era un secreto a voces: Carlos había sido infiel a Lady Di durante su matrimonio con su amor de juventud, Camilla Shand. Pero, además, Camilla también estaba casada por aquel entonces con Andrew Parker Bowles, quien a su vez había sido pareja de la princesa Ana también en su juventud. Todo quedaba en palacio, pero ahora también estaba a la vista de todos. Desde ese momento, por si alguien tenía alguna duda, se proclamaba de forma oficial a Camilla persona non grata por parte de los partidarios de la princesa Diana.
Sus quejas y su vía de escape en plena enfermedad de Carlos y Catalina
Durante este último año Camilla también se ha visto en el ojo del huracán por sus propias acciones. Al enfermar Carlos, Camilla comenzó a asumir algunas tareas extra en su agenda de reina, pero cuando la situación de Catalina también empeoró, Guillermo canceló su agenda, recayendo también parte de sus compromisos sobre Camilla. En este punto la reina se quejó de la carga de trabajo que estaba asumiendo a sus 76 años, algo que de nuevo la colocó en una tensa posición con Guillermo, el primogénito de su marido. Después de estas quejas, Buckingham anunció que la reina Camilla descansaría unos días tras sufrir “agotamiento laboral”.
Esos días de descanso por agotamiento terminaron convirtiéndose en un viaje privado a una finca de Ciudad Real en el mes de marzo para llevar a cabo uno de sus “deportes” favoritos: la caza. Estos días de vacaciones privadas, mientras su marido recibía tratamiento para el cáncer y mientras nada se sabía del paradero de su nuera ni del príncipe de Gales, hicieron que de nuevo la prensa inglesa viese la peor cara de la reina Camilla. Como veis, la vida de la consorte de Carlos III siempre ha estado acompañada por la polémica y todo hace indiciar que a sus 77 años Camilla no pretende cambiar ni un ápice.