Las diferencias entre Meghan Markle y Kate Middleton son más que evidentes. En estilo, en forma de encarar su vida, en términos de apariciones públicas, profesión, apariencia... Visto desde fuera, lo único que a priori las acerca es que ambas están casadas con un hijo del rey Carlos III y la fallecida Diana de Gales, el príncipe Harry y Guillermo de Inglaterra, respectivamente.
Sin embargo, se ha conocido ahora que eso no es del todo cierto porque las dos mujeres comparten algo en común que tiene que ver, por un lado, con su carácter determinado y, por otro, con la forma en la que encarar algo tan, a priori, nimio, pero no, como son sus uñas. Esta es la regla que impuso la icónica Reina Isabel II y que tanto Kate Middleton como Meghan Markle se han saltado, como antes que ella ya hizo la eterna Lady Di.
Las férras pautas de apariencia que siguen las royals y que se saltaron Meghan Markle y Kate Middleton
Es una realidad no escrita que las mujeres que componen la realeza británica están sujetas a un férreo protocolo. No solo en la manera de comportarse dentro y fuera de palacio, sino también en lo que respecta a su apariencia pública cuando atienden citas institucionales como parte de sus deberes reales. Estar en primera línea de la monarquía inglesa implica seguir un listado de reglas, que han pasado de generación en generación casi sin cuestionarse y que la reina Isabel II se propuso y mucho proteger y asegurar su mantenimiento en el tiempo.
En cuando a las pautas de aspecto, destacan las que apuntan a que los abrigos deben permanecer puestos en público, las faldas nunca deben situarse por encima de la rodilla y los sombreros deben portarse en eventos oficiales solo antes de que el reloj marque las 18:00 p.m. Después de esa hora es cuando hacen su entrada triunfal las tiaras para engalanar las reales cabezas de sus portadoras aristócratas, aclaran desde el 'Daily Mail'.
Esto llegó a su fin, en parte, cuando Meghan Markle asistió a los premios de moda británica en 2018 y todavía ostentaba un cargo como representante de su familia política, y cuando Kate Middleton hizo lo propio en 202, coincidiendo con el servicio del domingo de pascual. La duquesa de Sussex y la princesa de Gales dieron al traste con las pautas de 'vestimenta' que las constreñían durante sendos eventos. Pero ¿cómo? Rebelándose a través de sus uñas. En el caso de Meghan Markle, haciendo uso de un esmalte en color borgoña oscuro y, en el de su cuñada, haciendo lo propio con un tono rojo vibrante.
Kate y Meghan Markle en 2018. GTRES
El detalle en la apariencia de Kate Middleton y Meghan Markle que las hermana e Isabel II consideraba vulgar
Parece que Kate Middleton y Meghan Markle tienen más en común de lo que se cree. Una realidad que ha sacado a la luz el 'Daily Mail' y que involucra a su manicura. Y es que, en lugar de seguir "la tradición ancestral" protegida por Isabel II de utilizar esmalte de color piel para embellecer el final de sus extremidades, ambas apostaron en las dos ocasiones antes citadas -y más adelante- por dar al traste con esta imposición. Optaron entonces por pintarse las uñas de tonos llamativos que les valió la crítica de la difunta soberana. "La Reina Isabel II consideraba vulgar usar esmalte atrevido", señalan desde el diario inglés.
Como explicó a 'The Sun' el experto en protocolo y etiqueta William Hanson, "el color de las uñas tiene que ser del color de la piel, por lo que el rojo intenso y el rosa brillante, por ejemplo, no son correctos. Sobre todo para ocasiones oficiales y particularmente durante el luto". En otras palabras, Isabel II prefería por colores neutros y lo mínimo que esperaba es que las mujeres de sus nietos siguieran con esta pauta de apariencia. Lo cierto es que, en un claro gesto a la abuela de su marido, de acuerdo con Hanson, Kate Middleton sí apostó por cubrir sus uñas con un esmalte blanco transparente para su boda por todo lo alto con el príncipe Guillermo.
Más adelante, ya asentada en su puesto, la princesa de Gales no dudó en saltarse esta "prohibición" de la soberana. Lo mismo hizo Meghan Markle.
Diana de Gales, la gran precursora de romper con las reglas establecidas sobre cómo lucir las uñas
Antes de Kate Middleton y Meghan Markle, ya hubo una mujer que se pasó por alto cualquier norma protocolaria, no escrita sobre cómo sí y como no debía portar sus uñas. Esa fue la inolvidable Diana de Gales. La primera vez que se distanció de la normativa de su suegra Isabel II a este respecto fue en 1992, cuando asistió a ver al Ballet Nacional Inglés, en la Ópera de Budapest (Hungría) en 1992, con un imponente vestido rojo con hombros descubiertos y uñas a juego.
A partir de entonces, fue más que habitual ver a la madre de Guillermo y Harry de Inglaterra decantarse por tonos vistosos para decorar sus extremidades. No se dejó prácticamente ni un tonto de la paleta de colores sin utilizar. Lady Di fue en vida un icono de moda y de arriesgar y rebeldía. Un mantra que, de algún modo y de manera completamente dispar, han seguido sus nueras Kate y Meghan.