¿Os imagináis cómo serán las navidades dentro de Buckingham? ¿Qué comerán? ¿Qué se regalarán? ¿Escribirá Carlos III una carta a Papa Noel? Ahora algunas de estas preguntas han encontrado respuesta gracias a las declaraciones de Grant Harrold en el tabloide ‘Mirror’ hablando sobre todo este tipo de cuestiones. El que fuera mayordomo personal de Carlos III en una etapa de sus años como Príncipe de Gales cuenta ahora algunas confidencias sobre qué le gusta que le regalen, cuáles son sus gustos o cómo viven cada uno de los miembros de la Familia Real Británica el momento de regalar a sus seres queridos en estas fechas.
Harrold trabajó con Carlos III entré 2004 y 2011 y conoce las manías y gustos del monarca por eso cuenta que “odia que le regalen algo extravagante y caro” ya que, según Harrold lo más seguro es que “se sintiese avergonzado si alguien se gasta en él una cantidad indecente de dinero”. También el que fuese mayordomo del padre del Príncipe Guillermo explica que él solía regalarle libros sobre su afición favorita: la jardinería victoriana. Además, también dice que la mejor forma de acertar con el Rey de Reino Unido a la hora de regalarle es obsequiarle con cualquier producto elaborado a partir del dulce néctar de las abejas ya que “le encanta la miel”.
De incógnito, en una tienda improvisada en Buckingham o por internet
En la misma entrevista al diario ‘Mirror’, Grant Harrold cuenta cómo suelen hacer las compras navideñas los distintos miembros de la Casa Real de Windsor. “A la Familia Real le encantas las ofertas”, es lo primero que explica el ex mayordomo para seguir contando que “todo el mundo da por sentado que la Familia Real solo compra en las tiendas más elegantes, pero van a las mismas tiendas que nosotros”, aludiendo a que no solo hacen sus compras en boutiques con precios y productos prohibitivos para el grueso de los británicos. Además, explica, que Isabel II “muchas veces se paseaba por las tiendas de Ballater”, una localidad cercana a Balmoral, “buscando las mejores ofertas”. Algo que cuesta imaginarse, la verdad.
"Hace años se cerraban las tiendas para que la princesa Diana comprase tranquila. Eso ya no sucede", explica Grant. "Ahora a todos los miembros de la Familia Real les gusta la discreción", cuenta el ex mayordomo para explicar que "la gente que se los cruza en las tiendas no los reconoce porque no esperan ver a una reina o una princesa echando un vistazo en una tienda local” pero añade que “siempre tiene un guardaespaldas cerca, aunque no llamen la atención”. Algo sorprendente es el hecho de "los miembros más jóvenes de la familia se decantan mucho por la compra online". ¿Os imagináis a un repartidor llegando a Palacio y llamando al timbre a la voz de “paquete para Kate”?
Eso sí, siempre ha habido clases en esto de comprar los regalos navideños. Según cuenta el ex mayordomo, la forma favorita de Isabel II para hacerse con los regalos navideños era que le montaran una especie de tienda a medida en uno de los salones de Palacio por la que, después de cenar, se daba un paseo para elegir todos sus presentes. Algo así como una sucursal de tu tienda favorita en el salón de tu casa. Por su parte la Reina Camilla parece ser algo más previsora y cultiva el gusto por ir recopilando detalles de aquí y allá durante sus viajes a lo largo del año para sorprender a sus seres queridos en navidad.
Navidades en palacio
Si bien por lo que cuenta Grant es bastante común y normal entre los miembros de la Familia Real Británica que cada uno se encargue de comprar lo que quiere regalar, hay algo en lo que cada uno actúa de una forma diferente. "Puedo imaginar fácilmente a Kate, Guillermo o a la Princesa Ana envolviendo sus propios regalos, pero no al Rey Carlos. Sin duda el monarca hará que alguien lo haga por él", explica Harrold dejando claro el carácter regio del actual Rey. También cuenta cómo año tras año Kate y Guillermo preparan con sus hijos las cartas a Papa Noël y se aseguran de que los regalos que reciben guarden una cierta austeridad. Algo que vendría de los años en los que la Princesa Diana velaba porque sus hijos entendiesen lo afortunados que eran llegando incluso a donar a los más desfavorecidos regalos si los consideraba demasiado ostentosos para los príncipes.
Los Windsor mantienen algunas tradiciones de sus raíces germanas. Una de ellas es la de entregarse regalos el día de nochebuena por la tarde. Según contó el propio Príncipe Enrique en su libro ‘En la sombra’ (Plaza&Janés, 2023), cada 24 de diciembre por la tarde la familia se reúne alrededor de una mesa llena de regalos cubierta por una tela blanca. Al descubrir la mesa cada montón de presentes tiene una etiqueta con el nombre de su dueño, cada miembro de la familia se sienta junto a su etiqueta y todos abren los regalos a la vez en un estruendo de lazos, papeles y risas. Según el ex mayordomo hay dos reglas en esta celebración: deben ser regalos baratos y divertidos. Uno de estos regalos según contó Enrique en su libro fue una trucha cantarina que él mismo regaló a su abuela, la Reina Isabel II.