La Familia Real jordana celebró el 25 de mayo el Día Nacional de la Independencia del país, que tuvo lugar en 1973. Para ello los reyes Abdullah y Rania, acompañados de tres de sus cuatro hijos, se pusieron a la cabeza de las festividades, para lo cual se vistieron con sus mejores galas.
Los Reyes presidieron las celebraciones
Rania volvió a destacar una vez más, luciendo con más sentido que nunca un precioso vestido de inspiración árabe. Está claro que nadie mejor que ella sabe combinar las grandes marcas como Prada y Givenchy con los diseñadores locales.
Rania, al estilo árabe
En los últimos tiempos la soberana suele apostar por modelos de marcado corte tradicional, entroncando con los gustos jordanos y haciendo un homenaje a la mujer árabe. En esta ocasión, vestida de largo en color verde y dorado, con grandes pañuelos a modo de velos, como si saliera directamente de un cuento de las 1001 noches.
Veinte años en el Trono
El próximo 9 de junio Abdullah y Rania cumplirán su 20 aniversario en el Trono, al que llegaron tras la muerte del rey Hussein. Entonces ella la Reina, que actualmente tiene 48 años, fue la más joven del mundo.
Y el 10 de junio celebrarán sus 26 años de matrimonio
Tres de sus hijos
A la cita acudieron tres de sus cuatro hijos, empezando por el primogénito y heredero, el príncipe Hussein, de casi 25 años; la princesa Salma, de 18 años; y el menor, Hashem, de 14 años. Solo faltaba Imán, la segunda, de 22 años, que está estudiando en el extranjero. Los chicos llevaban el tradicional pañuelo jordano.
La princesa Salma, también vestida a la manera tradicional
La familia se saludó con naturalidad
Comprometidos con su país
Rania de Jordania mantiene un papel muy activo relacionado con causas sociales y solidarias. Aunque en ciertos momentos se la ha criticado por haber llevado un alto nivel de vida y hacer cierta ostentación del lujo a través de la moda y los retoques estéticos, los movimientos sociales de hace unos años en los países árabes la condujeron hacia un perfil más moderado. También el hecho de que cada vez luzca más atuendos árabes se valora positivamente y, sobre todo, da menos de qué hablar por motivos equivocados. Esta es su apuesta más familiar.