Rajwa al Saif llora junto a Rania de Jordania en su espectacular Fiesta de la Henna

Empieza la cuenta atrás para otra de las bodas reales de este año: el príncipe heredero Hussein de Jordania se casará con la arquitecta saudí Rajwa al Saif el próximo 1 de junio en Amán y ambos se encaminan hacia este momento cumpliendo con todos los rituales propios de su cultura. Para las mujeres, uno de los más importantes es la llamada Fiesta de la Henna: una reunión de mujeres, entre familiares y amigas, con la que expresar su felicidad y mejores deseos a la futura novia. Y Rajwa al Saif ya ha tenido la suya.

Hace solo unas horas se celebraba esta fiesta  con la reina Rania como anfitriona. Ella misma ha compartido varias fotografías del momento en sus redes sociales, en las que se vislumbran gestos de cariño, mucha emoción y también algunas lágrimas inevitables con la que va a ser su nuera.

La futura reina consorte de Jordania

Estamos algo más familiarizados con esta ceremonia pues recientemente la Familia Real hachemita vivió otra parecida. En ese caso fue la de la princesa Imán, quien se casó el pasado 13 de marzo con el empresario griego-venezolano Jameel Thermiotis. El ritual se ha repetido de nuevo, aunque quizás con un poco más de esplendor. Recordemos que Rajwa contraerá matrimonio con el heredero al trono y que ella se convertirá en la reina consorte cuando ambos releven a los reyes Abdullah y Rania.

Rania y Rajwa aparecen retratadas en un entorno palaciego, sentadas en una mesa exquisitamente decorada y con unos atuendos prácticamente de boda, en especial el de la novia. Rajwa al Saif acudió a esta cita radiante y espectacular, luciendo el tradicional kaftán árabe, pero con un plus de fiesta y refinamiento.

Se trataba de un modelo de la diseñadora Honayda Serafi, de origen saudí, como la novia, con lo que esta hacía un guiño a su país. Era blanco, con bordados dorados y con un espectacular velo. Además, escondía un romántico significado, tal y como ha contado la propia creadora. Hasta que no llegue el día de su boda no se desvelará el diseñador de su vestido nupcial, pero esta podría ser una excelente candidata para su gran día.

Rania de Jordania, por su parte, llevaba un vaporoso caftán azul. La soberana no podía ocultar su emoción y su orgullo por acoger en su familia a la que ha calificado como su "tercera hija". Por cierto, las princesas Imán y Salma también estuvieron en la fiesta.

Hubo bailes, música, degustaron unos suculentos manjares y hasta arrojaron pétalos de flores por el suelo... Llegada la hora de los discursos, Rania de Jordania pronunció unas palabras que hicieron brotar lágrimas de emoción en la futura novia. Una imagen preciosa y llena de sentimiento que solo es el anticipo de lo que será una de las bodas reales más esperadas.

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