El delicado estado de salud de Harald de Noruega sigue preocupando y mucho en el país nórdico. El monarca tuvo que ser intervenido de urgencias en Malasia, donde se había trasladado en un viaje de carácter privado y en solitario para celebrar su 87 cumpleaños. El padre de Hakoon de Noruega, marido de Mette-Marit, ya está de regreso a casa. Un traslado que ha tenido aparejado un desorbitado coste que tiene a la opinión pública noruega cuestionando por qué su rey, a su edad y con el historial médico que arrastra, se fue de escapada al otro lado del mundo.
La reina Sonia sigue sin pronunciarse públicamente sobre la situación de su marido. La consorte siempre ha demostrado ser su mejor apoyo desde que contrajeron matrimonio en 1968. La pareja se conoció cuando eran apenas unos adolescentes. Se dice que por ella, Haral de Noruega no se casó con la Reina Sofía, a pesar de los rumores de noviazgo que les persiguieron durante años. Pero ¿quién es la 'plebeya' por la que el monarca del país nórdico se decantó?
Una historia de amor que será llevada a la pequeña pantalla
La historia de amor entre Sonia de Noruega (por aquel entonces Sonia Haraldsen) y Harald es de esas que bien podrían inspirar una película de Hollywood. O una serie. De hecho, será la trama de una producción televisiva que ya se está grabando en el país nórdico bajo la dirección de la directora y guionista. 'Harald and Sonja' es la esperada adaptación que retratará el inició de la relación llena de obstáculos que unió al, por aquel entonces, heredero al trono noruego con una plebeya. Se estrenará en 2025.
Los actuales Reyes de Noruega se conocieron cuando apenas tenían 15 años en un campamento de verano. En plena década de 1960, Harald se quedó prendado de la niña, hija de Karl August Haraldsen, un acaudalado comerciante perteneciente a la élite burguesa del país, y su mujer Dagny Haraldsen. Un amor de verano que, a priori, no iba a dar más de sí. Primero por la corta edad de los implicados. Segundo porque Sonia era plebeya y el rey del heredero, Olav V, tenía grandes planes para su hijo. La relación superó la etapa estival y los jóvenes continuaron con su romance en secreto a pesar de la distancia y la reticencia de los padres de él.
La determinación de Harald de casarse sí o sí con Sonia de Noruega
Para separarles, Olav mandó a Harald a estudiar a Oxford, en Inglaterra, y Sonia continúo sus estudios en Diseño de moda en Oslo, formación que le llevó a desempeñarse como costurera. Posteriormente, se marchó a Suiza para estudiar en el exclusivo l'Ecole Professionelle de Jeunes Filles. A su vuelta en su tierra natal, la joven Sonia se licenció en historia del arte en la Universidad de Oslo.
La idea de los monarcas noruegos no era otra que emparejar a Harold con una joven aristócrata, papel que recayó en Sofía de Grecia. Los reyes griegos, Pablo I y Federica, ya habían viajado a la capital del país con su hija para que los dos 'royals' se conocieran y se enamoraran. "Yo sé que hubo muchos intereses de casarnos. Se provocaron encuentros, se hicieron cábalas…",, confesó años más tarde doña Sofía. Sin embargo, Harald no claudicó en sus intenciones férreas de casarse con su amor de adolescente.
La amenaza de Sonia y Harald que lo cambió todo
A todo esto, cuando se descubrió el 'pastel', Sonia de Noruega amenazó con suicidarse si no le permitían casarse con su flamante novio. La estacada final llegó por parte de Harald, que puso a la monarquía en jaque: o le permitían contraer matrimonio con la plebeya Sonia Haraldsen o renunciaba a sus derechos dinásticos. El rey Olav terminó por aceptar que el destino de su hijo en la parcela amorosa ya estaba más que decidido y escrito y a él no le quedaba otra que aceptarlo si quería que la Corona sobreviviera. Consultó al gobierno sobre las intenciones de Harald y, tras recibir el consentimiento del ejecutivo, los futuros reyes noruegos pudieron llevar a buen término su relación.
Seis años después de que don Juan Carlos se diera el 'sí, quiero' con doña Sofía, Harold y Sonia de Noruega sellaron su amor en una boda por todo lo alto en la Catedral de Oslo, celebrada en 1968. La plebeya que dejó de serlo lució para la ocasión un vestido de novia diseñado y confeccionado por ella misma, lo nunca visto dentro del férreo protocolo que caracteriza a la monarquía europea. Desde 1991 ostenta el título de reina consorte de los noruegos. Fruto de su matrimonio que se remonta a hace 56 años, nacieron el heredero al trono, Haakon de Noruega (1973) y Marta Luisa (1971).