Las últimas semanas han sido especialmente complicadas para la Familia Real noruega. Los escándalos sobre los delictivos comportamientos de Marius Borg, primogénito de la Princesa Mette-Marit se han ido sucediendo conformando una cascada de terribles titulares que van, poco a poco, socavando la imagen el Príncipe Heredero Haakon y su mujer Mette. Marius, hijo del primer matrimonio de la Princesa, antes de conocer al Heredero al Trono, se ha criado en el amparo de la Corte de Oslo como familiar de los Príncipes, pero sin ningún título o tratamiento especial.

El joven Marius, en una espiral de problemas legales desde el pasado mes de agosto, ha admitido lidiar con complicaciones de salud mental de la infancia a los que se han ido sumando hábitos poco saludables como el consumo de sustancias. Ahora, el hijo mayor de Mette-Marit estará en prisión provisional durante al menos una semana para evitar que pueda destruir pruebas de los procesos judiciales a los que se enfrenta, como ya pasó el pasado verano cuando pudo borrar la memoria de uno de sus móviles antes de que este fuera interceptado por la policía noruega.

Los problemas judiciales de Marius Borg no hacen más que crecer. A los cargos de violencia de género, acoso, amenazas, altercado público, delitos de lesiones, ahora se añadirían delitos de agresión sexual, violación y un quebrantamiento de una orden de alejamiento, ya que, en el momento de su detención estaría acompañado de una joven sobre la que tenía una orden de alejamiento vigente. A todo esto, habría que añadirle el drama de que el joven habría salido de forma voluntaria del centro en Londres en el que Haakon de Noruega lo había internado para ayudarle con sus problemas de adicción. Con la ayuda de nuestra psicóloga de cabecera, Lara Ferreiro, analizamos cómo puede estar enfrentando esta situación la Princesa Mette-Marit.

Marius Borg junto a su hermano, el Príncipe Sverre Magnus en un acto en 2016

Marius Borg junto a su hermano, el Príncipe Sverre Magnus en un acto en 2016.

Gtres

El perfil psicológico de Marius Borg “presenta un patrón autodestructivo”

Al arrancar la charla con Lara Ferreiro, psicóloga y autora del superventas ‘Adicta a un gilipollas’ (Grijalbo, 2023) me ofrece un perfil psicológico de Marius que no tiene desperdicio. “Tiene una tendencia al caos. Presenta un patrón autodestructivo, tiene sentimientos de vacío, incluso a veces da la sensación de que hay sentimientos de impunidad por esas frases que verbaliza. Todo esto es un mecanismo de defensa, por toda la presión mediática a la que se ha visto siempre sometido”. Lara continúa desarrollando esta hipótesis “puede tener el ego herido, no pertenece a la Familia Real, es hijo de la futura Reina, pero no tiene ningún rol especial por ello. Sus hermanos menores han recibido todo el cariño y la atención, su madre toda la atención mediática, etc”.

Borg en una imagen de archivo acompañado de Haakon, el Príncipe Heredero noruego.

Borg en una imagen de archivo acompañado de Haakon, el Príncipe Heredero noruego.

Gtres

Algo importante para cualquier psicólogo a la hora de perfilar a un individuo es la infancia. La de Marrius fue especialmente complicada con un padre ausente y con sus propios problemas y una madre muy joven intentando asumir el papel de mamá y papá. “Marius tiene un perfil muy parecido al de su padre biológico que también tiene problemas de adicciones y ha cumplido condena por ello. Tiene una tendencia a lo que se llama patología dual, que es adicción a sustancias y trastornos psicológicos.El 70% de los adictos a la cocaína presenta también problemas psicológicos. Este tipo de tendencia tiende a cronificarse”.

Mette-Marit puede experimentar el “síndrome de la mala madre”

La salud de Mette Marit, que ya era endeble desde 2018, ha empeorado de forma sustancial los últimos meses conforme se iban conociendo detalles de la situación legal de su hijo. Sin duda, la Princesa va a necesitar mucha ayuda para superar esto. Lara Ferreiro asume que “ella siente culpa, puede experimentar el “síndrome de la mala madre”. La Princesa se separó del padre de su hijo cuando Marius tenía menos de un año y es posible que ella haya llegado a sentir que no ha estado con él todo lo que debería desde entonces”. A esto, según nuestra psicóloga, habría que añadir que “con su nueva familia, sus nuevas obligaciones, ha podido llegar a sentir que daba de lado a su hijo o no le daba todo el cariño que podría haber necesitado”.

Mette-Marit junto a su marido, Haakon de Noruega, y sus tres hijos: Marius, Ingrid y Sverre.

Mette-Marit junto a su marido, Haakon de Noruega, y sus tres hijos: Marius, Ingrid Alexandra y Sverre Magnus.

Gtres

Ahondando en el impacto psicológico que esta situación puede estar teniendo sobre Mette-Marit, Lara concluye que “es muy posible que ahora mismo ella esté reviviendo su propio trauma. Todos los problemas legales de su hijo han provocado que los medios noruegos vuelvan a hablar sobre su pasado y sobre su poco ejemplar juventud”. Nuestra psicóloga tiene claro cuál va a ser el camino que va a recorrer la Princesa “como madre, al enfrentar todos los problemas legales de su hijo pasará por un montón de fases. Primero, la fase del shock, después la de la ira y la rabia, luego la tristeza, después las esperanzas de que cambie con la rehabilitación, también convivirá con el miedo de pensar que quizás ya no haya nada que hacer por su hijo”.

Llegado a este punto, Lara nos da las claves para que Mette-Marit pueda sobreponerse de esta complicada situación. “Lo más importante para ella ahora mismo sería aceptar la realidad y por supuesto, ayudar a su hijo a manejar la culpa, asumir responsabilidades y ponerse en tratamiento. Para Mette es crucial que mantenga una postura ética, que ahora mismo pasa por no minimizar los actos de su hijo”. Al final, cuenta Ferreiro, “llegará el momento de realizar una reconstrucción personal como madre y de la relación con su hijo. Es una carrera de fondo”. Y para acabar, nuestra experta advierte “si no acude a ayuda profesional, toda esta situación le puede provocar un montón de problemas como estrés postraumático, insomnio, miedo al juicio social, daños a su autoestima, etc.”.