El príncipe Guillermo, serio y cabizbajo a su llegada a la boda del duque de Westminster

La boda de Hugh Grosvenor y Olivia Henson se ha convertido en el evento del fin de semana en Reino Unido y en el resto del mundo. Este viernes celebran su boda en la catedral de Chester, hasta donde se han acercado ya numerosos miembros de la familia real británica. Horas antes de empezar la ceremonia, el príncipe Guillermo (41 años) llegaba a la iglesia, serio, cabizbajo y solo. Era uno de los primeros en llegar. Y es que no ha podido acompañarle su esposa, Kate Middleton (42 años), que continúa centrada en la lucha contra el cáncer que padece. 

El príncipe Guillermo, muy serio a su llegada a la iglesia donde se celebra la boda

A su llegada a la catedral, que tuvo lugar sobre las 10:30h (hora local), el príncipe Guillermo se ha decantado por entrar rápidamente al interior, sin querer mirar hacia todos los ciudadanos más curiosos que se han acercado para ver la llegada de todos los invitados a esta boda. Parece que el hijo del rey Carlos III no tiene muchos ánimos para reencontrarse con todos ellos, ya que ha preferido no dejarse ver públicamente más tiempo del necesario. 

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Eso sí, ha querido hacer un esfuerzo asistiendo a esta boda casi real. De hecho, el príncipe Guillermo no podía decir 'no', ya que tiene un papel fundamental durante la ceremonia, a la que han asistido más de 400 invitados. Y es que el hijo del rey Carlos III ejerce como acomodador, lo que le obliga a acompañar a todos los invitados a sus respectivos asientos. Este es el motivo por el que ha acudido horas antes del inicio de la ceremonia.

Pero el príncipe Guillermo no estaba solo. Y es que llegaba en una furgoneta de la firma de alta gama Mercedes, con los cristales tintados, junto a nueve amigos del novio, que también ejercen el mismo papel que el esposo de Kate Middleton. La princesa de Gales ha preferido quedarse en casa. Eso sí, el propio príncipe Guillermo confirmó hace unos días que su mujer estaba "mejor".

Kate Middleton sigue centrada en la lucha contra el cáncer

Kate Middleton lleva meses retirada de la vida pública. Tuvo que ser operada a principios de año de un problema abdominal. No fue hasta el pasado mes de marzo cuando anunció que padecía cáncer a través de un vídeo que dio la vuelta al mundo: "Han sido un par de meses increíblemente difíciles para toda nuestra familia, pero he tenido un equipo médico fantástico que me ha cuidado muy bien, por lo que estoy muy agradecido", empezó diciendo.

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En este vídeo, Kate confesaba que estaba ya inmersa en un tratamiento: "En enero, me sometí a una cirugía abdominal importante en Londres y en ese momento se pensó que mi condición no era cancerosa. La cirugía fue exitosa. Sin embargo, las pruebas posteriores descubrieron que había cáncer. Por lo tanto, mi equipo médico me recomendó que debería someterme a un tratamiento de quimioterapia preventiva y ahora estoy en las primeras etapas de ese tratamiento".

Una boda casi real

El príncipe Guillermo ha acudido a esta boda casi real, con Hugh Grosvenor y Olivia Henson como protagonistas. Hay que recordar que el aristócrata es padrino de los príncipes George, hijo mayor de Guillermo y Kate, y Archie, hijo del príncipe Harry y Meghan Markle. Además, es ahijado del rey Carlos III. Estos detalles no hacen más que confirmar la increíble relación que mantiene con la familia real británica.

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La pareja se ha dado el 'sí, quiero' este viernes tras tres años de relación. La ceremonia religiosa ha tenido lugar en la catedral de Chester y la celebración posterior tiene lugar en el Eaton Hall, que es una mansión de los Westminster. Pero, ¿quién es Olivia, la persona responsable de la felicidad del duque?

Durante estas últimas semanas, han sido muchos los que la han comparado con Kate Middleton. Eso sí, como la versión juvenil. Y es que Olivia tiene 12 años menos que la princesa de Gales. Tanto Olivia como Hugh estudiaron en el prestigioso MarlBorough College. Un centro no apto para cualquier bolsillo, pues la matrícula anual asciende hasta los 17 mil euros.

Olivia actualmente es ejecutiva de cuentas en Belazu, una empresa de gastronomía sostenible. No ha sido hasta ahora cuando su nombre ha salido a relucir, pues ha preferido siempre mantenerse en un discreto segundo plano pese a ser descendiente de aristócratas y de banqueros. Su boda con Hugh, que heredó más de 12.000 millones de euros con tan solo 25 años.