La Familia Real de Noruega sigue sufriendo las consecuencias de las polémicas protagonizadas por Marius Borg Høiby. El hijo díscolo de Mette-Marit acaba de salir de prisión preventiva después de que el juez la decretara para que la policía pudiera investigar su presunta implicación en tres violaciones.
La ampliación de los cargos contra el hijastro del Príncipe Haakon obligaban a la Justicia a tomar una firme prohibición sobre el joven que afectaba de lleno a Mette-Marit. La Princesa heredera no ha podido comunicarse con su hijo mayor en estos siete días. Ya en libertad, la prensa noruega sigue muy de cerca los pasos de Marius Borg. De hecho, han destapado cuáles son sus inminentes planes de futuro.
'Se og Hør' ha informado de que Marius Borg Høiby volverá a ingresar en una clínica de rehabilitación. Según el medio noruego, el joven ha elegido una institución en Reino Unido para ello después de consultarlo con los Príncipes herederos y su padre. El hijo de Mette-Marit volvería así a Londres para recibir su tratamiento, tal y como hizo previamente a su tercera detención y posterior ingreso en prisión.
El citado medio de comunicación también recalca que la policía de Noruega les ha confirmado que Marius Borg puede viajar libremente al extranjero. En este tiempo, el hijo díscolo de la futura Reina de Noruega ha cambiado su aspecto para intentar pasar desapercibido y que no le reconozcan. Se ha teñido el cabello de negro y se ha dejado bigote.
Una vez que el hijo de Mette-Marit abandonaba la prisión preventiva, su abogado, Øyvind Bratlien, se mostraba muy crítico con lo sucedido. El letrado explicaba que no debía ser una sorpresa que su cliente hubiera sido puesto en libertad puesto que consideraba que nunca debió ser encarcelado. "Fue un error de cálculo catastrófico. Marius se declara inocente de la gran mayoría de los cargos. Admite solo los daños corporales a una de las personas denunciantes y una amenaza", recalcaba.
Los cargos que existen contra Marius Borg
Como decíamos, los cargos contra Marius Borg han aumentado desde su primera detención, el pasado 4 de agosto. Al hijo de Mette-Marit se le acusa de conducir sin carnet, dos violaciones sin penetración, tres casos de abusos psicológicos y físicos a tres de sus exparejas, amenazas de muerte a un hombre que todavía no ha sido identificado y dos violaciones de una orden de alejamiento.
Durante su estancia en prisión preventiva, a Marius Borg le interponían dos nuevas órdenes de alejamiento. Eran pedidas por las dos mujeres que le denunciaron por violación. Ahora mismo, según publica 'Aftenposten', se le está investigando por otros dos nuevos delitos de agresión sexual. Sobre estos, todavía no se han revelado más detalles.
El Príncipe Haakon, dispuesto a todo por ayudar a su hijastro
Nada más conocerse la tercera detención, el Príncipe Haakon se veía obligado a pronunciarse al respecto. Entonces, aseguraba que le hubiera gustado estar con Mette-Marit ese día. El hijo del Rey Harald se encontraba en un viaje oficial en Jamaica. "A nosotros, como familia y padres, nos preocupaba que Marius recibiera ayuda y hemos trabajado durante mucho tiempo para llegar a un lugar donde obtener más ayuda para la rehabilitación y el tratamiento. Es algo a lo que nosotros mismo damos alta prioridad. Entonces esto debe ocurrir dentro del marco establecido por el aparato legal", contó en aquel momento.
Los medios del país han revelado que el futuro Rey de Noruega está dispuesto a todo por ayudar a su hijastro. Tanto es así que llegó a cancelar su agenda in extremis para viajar con él hasta Londres para acompañarle en su primera visita a la clínica de rehabilitación. Sin embargo, días después, todo se torció.
Ahora, todas las miradas están puestas sobre Mette-Marit, quien sigue adoptando el silencio en torno a lo que está ocurriendo con su hijo. Sus más allegados cuentan que está muy preocupada por todo lo que le pueda ocurrir. También sabe que el papel de la monarquía en Noruega está en juego. Por ese motivo, se encuentra entre la espada y la pared.
Sin embargo, más allá de eso, está en una importante encrucijada después de que se descubriera que recibió un chivatazo por parte de la policía para avisarle de que su hijo iba a ser detenido. Ese tiempo extra que tuvo le permitió limpiar el apartamento de su primogénito. En ese transcurso de los famosos 33 minutos desapareció la tarjeta SIM del teléfono de Marius. Se trataba de una prueba clave en la investigación policial. El joven declaró a que no sabía el paradero de la misma y los medios noruegos apuntan a que podría haber sido la Princesa heredera quien se hubiera deshecho de ella.