La compleja situación que vive Kate Middleton ha tenido una consecuencia impensable y difícil de prever hace unos meses: el protagonismo que, a golpe de carisma y carácter, ha ido acaparando su hija Charlotte. La niña reapareció por última vez ante las cámaras en el Wimbledon, acaparando todas las miradas de los ahí presentes, con permiso de su famosa madre. Sucedió tres cuartos de lo mismo cuando presidió junto a toda su familia el Trooping the Colour el pasado 15 de junio: los eclipsó a todos

La también hija del príncipe Guillermo es una estrella en potencia. No en vano, tiene a quien parecerse. La prensa británica ha sacado a la luz la inaudita similitud física que guarda Charlotte con dos miembros de su familia, con la que demuestran que, sin lugar a dudas, es la gran heredera del talante Windsor.

Ha nacido una estrella: la princesa Charlotte, llamada a ser la gran heredera de su madre

Sobre la princesa Charlotte, existe unanimidad y los expertos coinciden. En apenas unos meses y con tan solo nueve años (los cumplió el pasado 2 de mayo), la niña se ha convertido en uno de los grandes 'activos' de la familia real británica, en medio de uno de los momentos más complicados que se recuerdan, coincidiendo con el cáncer del rey Carlos III y Kate Middleton. Cada aparición de la pequeña es mirada con lupa y no defrauda. Su característica forma de ser, su madurez y cómo pone en vereda a sus hermanos Jorge, de 11 años, y, en especial, a Luis, de seis, tienen a la opinión pública del Reino Unido (y más allá de sus fronteras) encandilada con ella. 

Durante el Troopin the Colour, cita por antonomasia de la corona inglesa, la princesa demostró un saber estar impropio de su edad que generó un aluvión de reacciones, la gran mayoría favorables. Está llamada a ser la gran heredera de su madre, con quien personifica una complicidad mayúscula cada vez que se dejan ver juntas en público.  La última vez, cuando ambas acudieron a la final del torneo de Wimbledon, que ganó el español Carlos Alcaraz. La futura reina de Inglaterra no paró de dedicarle muestras de cariño y miradas de aprobación a su hija que esta le devolvió con creces, evidenciando lo unidas que están y el gran referente que supone para la pequeña su progenitora. 

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Kate Middleton y la princesa Charlotte durante la final de Wimbledon.  

Gtres

La gran similitud de la hija de los príncipes de Gales, imposible de obviar

Que la princesa Charlotte se parece muchísimo a sus padres es evidente. De acuerdo con los expertos reales, físicamente es un clon de su padre, el príncipe Guillermo, aunque el carácter le viene de parte de los Middleton. Ahora bien, si hay algo que ha llamado poderosamente la atención a los medios de comunicación de Reino Unido es la gran semejanza que existe entre ella y dos de sus familiares que, paradójicamente, no tienen entre sí ningún lado de sangre. La inolvidable Diana de Gales es uno de ellos. Como recoge 'The Mirror', es impresionante el parecido de la niña con su difunta abuela cuando esta era niña. 

Pero también guarda un parecido más que razonable con su bisabuela, la icónica Reina Isabel II cuando esta era menor de edad. Con las dos mujeres, indica el diario, comparte esa mirada entre perdida y rotunda, especialmente expresiva y de una dureza pasmosa. Charlotte ha heredado los genes de la siempre recordada Lady Di y la monarca más longeva de Europa hasta su fallecimiento. Una mezcla explosiva de la que, probablemente, la hija de los príncipes de Gales, como niña que es, todavía no sea consciente. Pero en sus hombros recae el legado de los Windsor y de los Spencer imposible de obviar. 

La decisión de la Reina Isabel II para proteger a la princesa Charlotte

Lamentablemente, Charlotte nunca conoció a su abuela, fallecida en agosto de 1997 en un trágico accidente de coche en París. La niña no era siquiera un proyecto, teniendo en cuenta que su padre, el príncipe Guillermo, apenas tenía 15 años. Una muerte fatídica que dejó en el recuerdo una de las imágenes más vergonzosas que, todavía, persiguen a la familia real británica: los hijos de Lady Di caminando cabizbajos tras el féretro de su madre, mientras recorría las calles de Londres, sin que ninguno de sus familiares adultos les dedicaran ningún gesto de cariño o aliento. 

Con su bisabuela, en cambio, sí pudo compartir los primeros siete años de su vida, hasta el fallecimiento de la monarca en 2022. De acuerdo con la prensa británica, Charlotte y la Reina Isabel II mantenían un vínculo muy estrecho. Tanto es así que esta última promulgó la Ley de Sucesión a la Corona, con la que aseguró a la pequeña sus derechos en la línea sucesoria, sin importar su género. Esto con el objetivo de que no quedase relegada por el nacimiento de su hermano pequeño, Luis, y garantizar su rango.