El verano de 1997 Diana de Gales estaba con el corazón destrozado por haber tenido que renunciar a su gran historia de amor. La princesa acababa de romper una relación de dos años con el cirujano cardiólogo paquistaní Hasnat Khan. El médico no había podido superar ser el foco de atención de la prensa por su vida privada y la princesa no podía soportar vivir su amor de espaldas al mundo. Aquel coctel de emociones terminó por hacer que Diana se lanzara a los brazos de Dodi Al-Fayed, el hijo del magnate egipcio Mohamed Al-Fayed, que dicho de forma coloquial había estado “picando piedra” hasta ese momento.
En junio de ese año Diana empezó a dejarse querer por Dodi dando así el pistoletazo al último y más turbulento verano de su corta vida. La pareja, para alegría de su prominente suegro, se convirtió en el principal objetivo de la prensa a nivel mundial y semana tras semana protagonizaban las portadas de revistas y periódicos en todo el globo. La persecución se volvió tan inconmensurable que la pareja pasó ese verano de un lugar a otro con el fin de intentar dar esquinazo a los paparazis que buscaban la carambola de sus vidas vendiendo una fotografía de Dodi y Diana. Aquella frenética persecución llegó a su abrupto final la madrugada del 31 de agosto en el túnel del puente del Alma de París.
Ahora, en Reino Unido Mohammed Al-Fayed vuelve a copar titulares a pesar de llevar muerto ya un año. Distintas mujeres han denunciado al empresario egipcio por agredirlas sexualmente durante distintos años. En total la Fiscalía de la Corona tiene conocimiento de 19 denuncias por agresión sexual entre el año 2005 y el año 2023. Esta semana a esas denuncias se le sumaría una más, la que realiza Paul Burrell, el que fuese mayordomo de Diana de Gales.
Paul Burrel, el hombre de confianza de Lady Di señala al magnate egipcio
La última voz en unirse a la tormenta perfecta que se cierne sobre la figura del que fuera dueño de Harrods ha sido el exmayordomo de la Princesa de Gales, que ha destapado distintos episodios que Diana tuvo que afrontar en vida con Al-Fayed. Lady Di y Mohamed Al-Fayed se conocieron en el año 1986 en un partido de polo. Desde un primer momento la obsesión de Mohamed con la familia real británica quedó patente. A partir de ese primer momento fueron muchas las veces en las que el empresario hizo por coincidir con miembros de la casa real, especialmente con Diana. Esta encontradiza manía se incrementó con el anuncio de separación de los Príncipes de Gales en el año 1992.
Paul Burrel, según recoge ‘The Mirror’, relata cómo los encuentros comenzaron a tornarse cada vez más incómodos para Diana, que tuvo que soportar salidas de tono e insinuaciones que constituyen un claro acoso sexual por parte de Al-Fayed. En concreto Burrel cuenta como en una ocasión Mohamed Al-Fayed dijo a la princesa “quiero que te cases con mi hijo porque en la tradición egipcia el padre va primero”, Diana de Gales se quedó descolocada y con una mueca de incomprensión y el empresario remató su infame intimidación con la frase “voy a acostarme contigo”. Paul Burrel se refiere a este episodio como “el más repugnante” y asegura que la princesa volvió a casa temblando, pero cuenta que no fue la única ocasión en la que el egipcio sobrepasó los límites con la princesa.
Un hombre acostumbrado a acosar a las mujeres
El exmayordomo de Diana también cuenta cómo el empresario acostumbraba a tocar a Diana sin su consentimiento como si no hubiera nada de malo en ello, algo que lógicamente incomodaba sobremanera a la Princesa de Gales. El comportamiento de Mohamed nunca se fue de la cabeza de Diana que durante su relación con Dodi confesó a Burrel que tenía la sensación de que el padre de su enamorado estaba “allanando el terreno para ese encuentro” que le había anunciado en el pasado. Además, el que fuese mayordomo de la princesa contó cómo Diana se refería a él como “Yoda” por su parecido físico con el personaje de la Guerra de las Galaxias y cómo le había dicho alguna vez asqueada “¿Te imaginas haciendo el amor con Yoda?”.
Durante los últimos años de vida de Diana, Mohamed Al-Fayed atosigaba a la princesa don todo tipo de regalos que enviaba desde sus grandes almacenes, Harrods. Según cuenta Paul Burrell, a Kensigton Palace llegaban furgonetas de los almacenes cargadas de regalos que Lady Di enviaba de vuelta sin dudar y después el egipcio llegaba a enviar a repartidores a pie con más regalos para que la princesa no pudiese declinarlos. A esta desagradable experiencia de acoso que tuvo que enfrentar Diana de Gales se suman también las voces de extrabajadores de Harrods, Tony Leeming, manager entre el año 1994 y 2004, que asegura haber estado al día de las actitudes de Al-Fayed con trabajadoras de la compañía “todo el mundo lo sabía y quien lo niegue, está mintiendo”.