En los últimos días ha trascendido que para asistir al funeral de Lord Robert Fellowes el pasado 28 de agosto, Enrique de Sussex habría dormido en Althorp House. De esta forma se despeja la incógnita sobre si hay un hueco dentro de los muros de palacio para el hijo pequeño de Carlos III y la respuesta es no. Althorp House es la propiedad familiar de los Spencer, la familia de Diana de Gales. Si bien en el funeral del marido de Jane Fellowes, hermana de Diana, se produjo el encuentro entre Enrique y Guillermo, según ha trascendido a la prensa esta coincidencia se saldó sin mediar siquiera palabra.

Tanto Guillermo como Enrique siempre han mantenido buena relación con los tres hermanos de su madre: Charles, el actual Conde Spencer, Sarah y Jane, las hermanas de su madre. En concreto Jane es la que acaba de enviudar y con la que Enrique se mostró especialmente cariñoso durante el sepelio de Robert Fellowes. Seguro que todos tenemos perfectamente localizados a los integrantes de la familia real británica, pero la vida de los Spencer desde la muerte de Diana ha trascurrido por derroteros más alejados del foco mediático. Vamos a conocerlos mejor.

Una infancia complicada pero no terrorífica

Los primeros años de la vida de los niños Spencer trascurrieron entre las paredes de Althorp House, la imponente residencia familiar del Conde Spencer, donde John Spencer y Frances Shand decidieron formar una familia. La primera hija en nacer fue Sarah, en 1955, después llegaron Jane y Diana en 1957 y 1962 respectivamente para finalmente nacer Charles en 1964, heredero del título de su padre. Posteriormente en 1964 el matrimonio tendría otro hijo varón llamado John, pero nació muerto ya. Lo que sabemos de la infancia de los Spencer es por pinceladas que Diana dio en vida y por declaraciones del actual Conde Spencer, Charles. Como Diana misma relató, el matrimonio de sus padres fue tortuoso y en él se dieron dos tristes problemáticas; la quebradiza salud mental de su madre y los problemas de alcoholismo de su padre que lo convertían en un hombre abusivo en sus comportamientos con su mujer. Charles, sin restar un ápice de verdad a la versión de la infancia de su hermana sí que ha aclarado en alguna ocasión que tampoco fue terrorífica y que Diana distaba mucho que de ser una niña apocada y extrovertida, él recuerda en la princesa de Gales a una hermana mayor decidida y valiente. 

Lady Di compartiendo coche con sus hermanas en 1995

Lady Di compartiendo coche con sus hermanas en 1995

Gtres

La madre de Diana terminó abandonando el hogar y los niños se quedaron al cuidado de su padre, quien rehízo su vida con otra mujer, Raine Spencer, a quien Diana y sus hermanos apodarían como “lluvia ácida” en un juego de palabras con su nombre y haciendo referencia a su complicado carácter. (Rain en inglés es lluvia). Llegados a este punto de la historia y, tal y como Diana reveló, su relación con su padre se resintió por la llegada de su madrastra y su relación con su madre no era buena. Este desarraigo familiar que Diana sentía no ayudó a todos sus problemas de salud mental en la peor etapa de su vida, todo tocó techo con la muerte de su padre poco después de su boda con Carlos III.

Así las cosas, el tiempo hizo de bálsamo y en el momento de su muerte Diana había creado un cierto vínculo con la “lluvia ácida” que tan infeliz la hizo en su niñez. Durante su corta pero intensa vida Diana mantuvo siempre intacta la relación con sus hermanas Sarah y Jane, pero su relación con su hermano estuvo marcada por idas y venidas por sus distintos puntos de vista en muchos asuntos, entre ellos, el asunto de cómo Diana gestionaba su propia figura pública. Tan caprichosa es la vida que, antes de salir con Diana, Carlos III tuvo un breve romance con Sarah Spencer, de hecho fue ella misma la que presentó a Carlos y Diana. Este punto de haber compartido novio tampoco resintió la relación de las hermanas. Lo que siempre fue un punto de unión entre los hermanos Spencer fueron sus mutuos sobrinos. Lady Di tuvo un total de 12 sobrinos, 8 niñas y 4 niños y de la mayoría de ellos era además madrina, en el momento de su muerte Diana era la madrina de 17 niños.

Enrique y Guillermo saludando a sus tías Sarah y Jane en 2021

Enrique y Guillermo saludando a sus tías Sarah y Jane en 2021 

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Los primos Spencer de Enrique y Guillermo

Los príncipes Enrique y Guillermo tienen por este lado de la familia 12 primos entre los que hay influencers y modelos, como Kitty y Eliza Spencer, y también miembros con trabajos más normales como Eleanor Ruth Fellowes que es agente de la condicional. Con todos han mantenido contacto desde su infancia, pero sí que es cierto que hay tres primos con los que el trato fue mucho más cercano desde siempre. La hermana mediana de Diana, Jane, se casó con Lord Robert Fellowes, secretario privado de Isabel II durante casi una década y juntos tuvieron a Laura Jane, Alexander Rober y Eleanor Ruth. La cercanía entre ambos matrimonios era tal que en su infancia era muy común que Enrique y Guillermo pasaran los veranos de vacaciones con sus primos Fellowes.

Esa cercanía y cariño se mantiene hasta nuestros días entre los primeros, de hecho, la mayor de las primas, Laura, forma parte del grupo más intimo de amigos de Guillermo y Catalina de Gales, la “hermandad del nabo” de Norfolk. Además, los primos están presentes en los acontecimientos importantes de las vidas de los otros, no faltaron ningunos a las bodas de Guillermo y Enrique y ahora también han vuelto a ser una piña para el funeral del padre de sus primos, Robert Fellowes. Charles, el hermano menor de Diana, adoptó un rol protector como cabeza de familia Spencer tras el fallecimiento de Diana, por eso no es de extrañar que ahora haya abierto las puertas de Althorp a Enrique en su actual momento personal con su padre y su hermano.