Kate Middleton volvió a brillar con luz propia tras su última reaparición pública, que tuvo lugar este pasado lunes 10 de marzo. Vestida a lo Jackie Kennedy, la mujer del príncipe Guillermo acudió a los eventos organizados por el Día de la Commonwealth en Londres, una fecha clave para la familia real británica. Todavía sin agenda oficial, la princesa de Gales va poco a poco atendiendo más actos institucionales desde que anunció que su cáncer está en remisión.
Continúa volcada en el cuidado de sus hijos George, Charlotte y Louis, su máxima prioridad, y haciéndose presente en sus vidas. Ahora, la prensa alemana ha destapado la "extraña tradición" que Kate Middleton se ha negado a imponer a los niños con el objetivo de que tengan una vida lo más normal posible.
El ritual de sangre contra el que Kate Middleton se ha negado y ha evitado que determine la vida de sus hijos
Para la familia real británica, una de las más protocolarias que existen, las tradiciones son una cuestión clave que se transfieren de generación en generación. A sus 4 años, Kate Middleton se ha caracterizado por ser una gran defensora de las mismas, siempre y cuando no choquen de frente con el bienestar de sus tres hijos y con lo que ella considera normal. Así lo recoge el 'Bunte' alemán, que se ha hecho eco de la costumbre "bárbara" y "extraña", como la califican, contra la que la mujer del príncipe Guillermo se ha plantado. De esta forma, ha evitado que Charlotte, George y Louis se expongan a esta tradición, a pesar de que el príncipe Guillermo, así como el hermano de este, Harry, sí la experimentaron en primera persona cuando eran pequeños.
Se trata del llamado 'Royal Blooding', que en castellano se traduce como el sangrado real, que se pone en práctica una vez los miembros más jóvenes de la familia real se enfrentan a su primera cacería y, posteriormente, marcan sus rostros con la sangre del animal muerto que han cazado."La princesa Kate logró prevalecer y poner fin a esta costumbre bárbara", recalcan desde el citado medio.
De acuerdo con el experto real Tom Quinn, como recoge en su nuevo libro 'Sí, señora: la vida secreta de los sirvientes reales', la futura reina de Inglaterra "resistió con éxito a este ritual de sangre" para que sus hijos no tuvieran que pasar por ese trance. "La vida puede ser bastante estresante para los hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, y no solo cuando están de caza. Aunque sus padres se esfuerzan por brindarles una educación liberal y quieren dar a Louis, Charlotte y George una infancia lo más despreocupada y normal posible, hay algunas reglas que deben seguir", indican desde Alemania.
Kate Middleton y el Príncipe Guillermo llegan a la Abadía de Westminster.
Gtres
Las otras costumbres que definen la vida de los príncipes George, Charlotte y Louis
La cuestionada costumbre del sangrado real no es la única a la que están sujetos los hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo. Costumbres, valga el apunte, no tan radicales que, en cambio, sí deben poner en práctica George, Charlotte y Louis. Ahora bien, no sin ciertas reticencias de la princesa de Gales, que, de vez en cuando, apuesta por saltárselas, aclaran desde el 'Bunte'. Unas de estas normas afecta de lleno a la vestimenta de los menores.
"Hay un código de vestimenta especial para los hijos de la realeza: las niñas como Charlotte siempre tienen que usar un vestido cuando hacen apariciones públicas. A los niños no se les permite usar pantalones largos hasta que tengan ocho años. Los niños pequeños deben usar pantalones cortos para distinguirlos visualmente de los niños mayores. Pero Kate ya ha logrado ignorar con éxito esta regla. Su hijo George, por ejemplo, llevaba pantalones largos en la Navidad de 2018, cuando tenía tan solo cinco años", señalan desde Alemania.
Los mandatos protocolarios a los que están sujetos los hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo
Otra regla, apuntan desde Alemana, que obligó a los hijos de Kate Middleton y el príncipe Guillermo a aprender a una edad muy temprana a saludar correctamente en público, siguiendo el férreo protocolo de la corona británica. "Con gracia y majestuosamente, a fans e invitados" por igual, subrayan desde el 'Bunte'. A esto hay que sumar que desde los cinco años, George, Charlotte y Louis debían mostrar sus respetos a la fallecida reina Isabel II cada vez que la tenían delante. Es decir, inclinarse antes de pensar en saludarla de una forma más afectuosa y cercana.
Las extrañas reglas a las que están sujetos los pequeños príncipes se trasladan, incluso, a la mesa cuando se celebra algún banquete o reunión familiar en palacio. Los hijos de Kate Middleton y Guillermo -y los del resto de familia real, como en su momento las primas del futuro rey, Beatriz y Eugenia de York- no pueden compartir espacio a la hora de comer hasta que no tengan las habilidades relacionales necesarias para mantener una conversación apropiada. O hasta que no dominen los modales que se esperan de ellos. Por supuesto, esta regla solo se aplica en ocasiones oficiales. En la intimidad del hogar, lo más probable es que George, Charlotte y Louis coman con sus padres.