La familia real británica ha puesto fin a la especulación con la aparición de Kate Middleton después de seis meses sin atender ningún compromiso institucional. La mujer del príncipe Guillermo y el Rey Carlos III trasladaron una imagen de unidad durante el Trooping the Colour, situándose juntos en el balcón del Palacio de Buckingham. 

Todos los ojos estuvieron puestos en ellos sin percatarse de que, detrás de las cortinas que daban paso al interior del Palacio, se están llevando a cabo unas costosísimas obras. El proyecto de reformas ha pasado desapercibido en medio de la recuperación del cáncer que padecen la mujer del príncipe Guillermo y su padre

El simbolismo detrás de la reparación de Kate Middleton con el apoyo de Carlos III

La reaparición de Kate Middleton durante el Trooping the Colour no pudo ser más simbólica. Tanto por el hecho en sí, como por los gestos de complicidad que desplegó con su marido y sus tres hijos y, por supuesto, por el estilismo elegido que, en ningún caso, se dejó a la improvisación. La mujer del Príncipe Guillermo de Inglaterra estaba radiante, vestida con un total look blanco firmado por Jenny Packham, tacones de Jimmy Choo y una pamela en forma de disco que le tapaba el rostro de miradas indiscretas.

Su salida al balcón de Buckingham no pudo ser más diciente. Al contrario de lo que manda el protocolo, la futura reina de Inglaterra se situó al lado de su suegro, aquejado de la misma enfermedad que ella, pero de otro tipo. Aunque, valga el apunte, no se han dado detalles ni de uno ni de otro más allá de que son diferentes. Un puesto, el de al lado de Carlos III, que, normalmente, ocupa el heredero al trono. El soberano tuvo esa deferencia con la princesa de Gales, que es toda una declaración de intenciones, para demostrar su unidad y afecto en estos momentos delicados para ambos. 

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La fachada principal del Palacio de Buckingham. GTRES

El cambio de cara del Palacio de Buckingham: 436 millones de euros solo para cambiar el cableado

El regreso a la palestra pública de Kate Middleton ha copado todos los titulares de los principales medios internacionales. Una noticia que, como era de esperar, le ha quitado el protagonismo a la multimillonaria reforma a la que se está sometiendo el Palacio de Buckingham y de la que 'The Mirror' ha desvelado nuevos detalles. Las obras, que ya duran cinco años, se han centrado en el ala este de la icónica residencia familiar de la corona británica, que está patas arriba para dejarla perfecta. 

Para la puesta a punto de esta zona del Palacio, se han destinado algo más de 436 millones de euros. Una cantidad destinada únicamente para renovar el cableado eléctrico. También se han reemplazado la friolera de 40.000 tablas de madera del suelo, para las que se ha requerido el trabajo de 41 obreros. "El Palacio de Buckingham es un bien nacional que, como resultado de este trabajo, será más accesible al público. El Rey quiere que sea 'el palacio del pueblo'. Tiene muchas ganas de abrirlo al público por medio de organizar fiestas en el jardín, visitas guiadas y una apertura ampliada en verano. Y seguiremos buscando formas de ponerlo a disposición de los británicos", comenta al diario una fuente real. 

El último parte de salud del rey Carlos III 

Mientras se suceden las obras, que dieron comienzo en 2017, las informaciones sobre el estado de salud de Carlos III dan cuenta de su delicada situación. De acuerdo con 'The List', "aunque parece que el monarca se está recuperando a una velocidad impresionante, su rostro revela el impacto de los problemas de salud que ha enfrentado durante los últimos meses". El portal se ha dado a la tarea de comparar las imágenes recabadas de las pasadas ediciones del Trooping the Colour y las de la última, celebrada el sábado 15 de junio. 

Como es lógico, dado el cáncer que padece, el saldo de hacer esta comparativa no sale favorable para el padre de Harry de Inglaterra. A sus 75 años, el paso del tiempo junto con su enfermedad le están pasando factura. Según apunta Emily Ferguson, experta en realeza británica, "no se le ve nada bien". La mujer destaca su evidente pérdida de peso y una apariencia física mucho más envejecida. 

La decisión del padre de Guillermo y Harry que Isabel II también se vio obligada a tomar

Debido a su condición, el marido de la Reina Camilla no pudo pasar revista a las tropas del ejército británico que participaron en el Trooping the Colour montado a caballo. Una estampa que se ha repetido a lo largo de los años como manda la tradición. En cambio, lo hizo subido a un carruaje histórico que ya utilizó su madre, Isabel II, cuando tampoco pudo apearse sobre el caballo debido a su avanzada edad.

Carlos III, que retomó su agenda institucional en abril, sigue recibiendo tratamiento para combatir el cáncer que le fue descubierto tras someterse a una operación de la próstata en enero.