Desde el pasado mes de agosto la vida de Marius Borg, primogénito de la Princesa Mette-Marit de Noruega se ha convertido en una vergonzosa huida hacia delante a la vista de todos. Los problemas legales se han ido sucediendo como un incesante chorreo de escándalos mientras los noruegos se preguntaban cuál era la postura de la Casa Real. La gestión de esta crisis por parte de la institución ha brillado por su ausencia y se ha llegado incluso a apuntar a la Princesa Heredera como encubridora de las barbaridades de su hijo, hasta se ha conocido que Mette-Marit habría sido conocedora de que iban a detener a su hijo pudiendo darle tiempo a avisarlo para que eliminara pruebas de uno de sus teléfonos móviles.

Toda esta situación ha culminado con una ingente lista de cargos a los que se enfrenta Marius y el ingreso y posterior alta voluntaria del joven en un centro de desintoxicación en Reino Unido. De hecho, esto ya ha sucedido dos veces. En septiembre el propio Príncipe Haakon viajó a Londres con el hijo de su mujer para internarlo y a los pocos días el joven se fue por su propia voluntad del centro de tratamiento, ahora ha sucedido exactamente lo mismo y de momento nada se sabe del paradero del primogénito de Mette-Marit. De los que sí se ha sabido es de los Príncipes Herederos, que en una entrevista a la NRK (la televisión pública noruega), al ser preguntados por el tema eludieron dar mayor explicación aludiendo a que en el proceso había partes implicadas con derecho a preservar su intimidad.

¿Quién paga los excesos de Marius Borg?

Posiblemente como resultado de no haber calibrado la gravedad de la situación legal del hijo de la Princesa ahora la Casa Real noruega se ve en el centro del huracán y como protagonista de muchas preguntas que hasta ahora están sin respuesta. El nulo ejercicio de transparencia que han llevado a cabo, amparándose en que Marius Borg Høiby no es miembro de la Familia Real, como si no fuese hijo de la Princesa Heredera ha dado como resultado una crisis reputacional. La imagen de la institución, cada vez más deteriorada, cada día se mancha un poco más con especulaciones de todo tipo. Las últimas preguntas sin respuesta que salpican a la imagen publica de la Familia Real serían las referentes a quién mantiene al joven Marius, porque las cuentas no salen.

Marius Borg junto a su hermano, el Príncipe Magnus, en el cumpleaños de su hermana, la Princesa Ingrid.

Marius Borg junto a su hermano, el Príncipe Magnus, en el cumpleaños de su hermana, la Princesa Ingrid. 

Gtres

En su última declaración ante la policía el hijo de Mette-Marit se vio obligado a detallar los pormenores de su economía. De esta declaración se dedujo que el joven percibe de sus progenitores (la mujer de Haakon de Noruega y su primer marido) unas 20.000 coronas noruegas lo que son unos 1.695 euros. A esta cantidad inicial que percibe por el mero hecho de existir habría que restarle deudas personales que el joven paga cada mes como resultado de problemas anteriores. En concreto, tras hacer frente a los pagos de estos adeudos, en su cuenta quedaría una cantidad similar a los 800€ y es con esa cifra con la que Marius, supuestamente, costearía su elevado nivel de vida. Fiestas sin fin, viajes, compras de productos de lujo y vicios varios (el joven ha admitido tener problemas de salud mental y consumo de sustancias).

Las cuentas no salen

Es por todo esto que la opinión pública no encuentra explicación, más allá de la de que su madre mantenga todos sus excesos, para que cuadren las cuentas de la forma de vida que Marius lleva. En esta misma declaración Borg habría explicado que de forma recurrente su madre le hace la compra para asegurarse de que no le falte nada de lo básico en su día a día, la pregunta ahora es si el joven tiene acceso de alguna forma a la asignación de su madre o si es posible que, como ya sucedió en el pasado, tenga acceso a tarjetas bancarias de la institución. Hace unos meses también se conoció el estado financiero de las cuentas bancarias del hijo de Mette-Marit. En concreto, el periódico noruego “Nettavisen” aseguró que el joven habría dilapidado una fortuna de 1,8 millones de euros hasta dejarla en apenas 4.000€.

Ahora, toda esta situación se ha materializado en una encuesta de “Norstat” para la NRK que arroja que el 45% de los noruegos tiene ahora una percepción menos positiva de la Casa Real Noruega. La misma encuesta el año anterior arrojaba un resultado diez puntos menor. La peor parte se la lleva la madre de Marius Borg, la Princesa Heredera Mette-Marit tiene únicamente la confianza para reinar del 27,5% de los encuestados. Por su lado, el Príncipe Heredero Haakon contaría con el 61% de los apoyos de nos noruegos encuestados para desempeñar la función de Jefe de Estado.