Poco importa lo que haga -o no haga- Meghan Markle, pero si, además, coincide con un momento clave para la monarquía británica, el efecto adverso se redobla. La mujer del príncipe Harry suma titulares día sí y día también en la prensa de Reino Unido. Más, ahora, coincidiendo con la de exaltación máxima que ha inundado a la opinión pública por el esperado regreso a sus funciones reales de Kate Middleton a propósito de la vuelta al cole de sus hijos en plena lucha contra el cáncer

Las últimas informaciones que tienen a la duquesa de Sussex en el centro del foco mediático no son nada halagüeñas. Ha sufrido un revés inédito en las últimas horas que pone en peligro el emprendimiento al que ha destinado buena parte de sus esfuerzos y supone su estreno como mujer de negocios. 

Los otros proyectos de Harry y Meghan Markle cuando no se promocionan a sí mismos

Además de la promoción de ellos mismos en la que se han embarcado, tanto el príncipe Harry como Meghan Markle tienen sus personales formas de ganarse la vida y de mantenerse ocupados, independientes el uno del otro y viceversa. Prueba de la primera afirmación, el viaje que los duques de Sussex realizaron recientemente a Colombia, donde fueron recibidos con todos los honores por las autoridades del país, como si fueran miembros de primer rango de la familia real británica, cuando nada más lejos de la realidad. Un estatus al que la pareja renunció en 2020 después de las polémicas declaraciones que Harry vertió sobre su familia en una entrevista con Oprah Winfrey. 

En cuanto a la segunda afirmación, el hermano del príncipe Guillermo está volcado completamente en los Juegos Invictus, su proyecto solidario y social más personal. Se trata de un torneo deportivo destinado a veteranos de guerra y personal militar herido, enfermo o lesionados que el duque de Sussex puso a rodar hace diez años y que le ha llevado en más de una ocasión a viajar a Londres. Unos viajes recurrentes que, a efectos prácticos, no han tenido ningún tipo de repercusión a la hora de propiciar algún tipo de acercamiento con su familia. 

Meghan Markle en un acto en California en 2023

Meghan Markle en un acto en California en 2023

Gtres

Si hablamos de Meghan Markle, la exactriz ha estado centrada en que su emprendimiento (que lleva anunciando desde principios de este año) vea algún día la luz del sol. Bajo el nombre de American Riviera Orchad, se trata de una marca de estilo de vida especializada en la venta de una gama bastante amplia y diversa de productos. Desde mermeladas, comida para perro, utensilios de comida, mantelería, servilletas para cóctel y un larguísimo etcétera. Sin embargo, la cuñada de Kate Middleton se ha encontrado de frente con un problema de difícil solución, advierten los expertos en la materia, que podría suponer un replanteamiento total de la firma. 

La decisión de las autoridades estadounidenses que paralizan el negocio de la cuñada de Kate Middleton

Meghan Markle y el príncipe Harry prosiguen con, su 'a priori' idílica vida en Los Ángeles, Estados Unidos, donde se trasladaron a vivir en 2021. "Idílica" entre comillas porque, en los últimos tiempos, personas cercanas al círculo del matrimonio han desvelado que el hijo de Carlos III estaría buscando la forma de acercarse a su familia. Esto con el objetivo de viajar más a su país natal, que echa de menos, y poder estar cerca de sus amigos y familiares. 

Sea como fuere, el batacazo con el que se ha encontrado Meghan Markle podría facilitar el camino a Harry de cara a materializar sus intenciones de desvincularse más todavía de su vida estadounidense. Según ha informado el 'Daily Mail', el lanzamiento de American Riviera Orchard enfrenta serios problemas de marca registrada, de acuerdo con la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO).

Las razones de peso que han aportado las autoridades para denegar la petición de la duquesa de Sussex

La máxima autoridad estadounidense encargada de registrar firmas ha rechazado la solicitud de Meghan Markle alegando, en primer lugar, que su marca no puede llamarse como una ubicación geográfica. La segunda razón que han aportado los responsables de esta oficina pública es que la solicitud no se ha realizado de forma correcta. Faltan documentos y existe mucha ambigüedad a la hora de describir los productos que se venderán bajo la etiqueta de American Riviera Orchard. 

Si todo esto no fuera suficiente, resulta que la marca de la mujer del príncipe Harry está sujeta a una "falta de disponibilidad", apunta el citado medio inglés. Otra empresa de Santa Bárbara, en California, vende velas bajo el nombre de 'American Riviera'. Un parecido más que razonable que podría dar pie a equivocaciones y duplicidad. En otras palabras, todo indica que Meghan Markle va a tener que buscar otra manera de llamar a su negocio si quiere que empiece a rodar.