La boda de la princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank, celebrada el 12 de octubre de 2018 en la majestuosa Capilla de San Jorge en Windsor, fue uno de los eventos más destacados del calendario de la realeza británica ese año. Un día lleno de alegría, rodeado de las figuras más importantes de la monarquía y personalidades de renombre internacional, todo apuntaba a que la celebración sería perfecta. Sin embargo, entre los destellos de las cámaras y los murmullos de la nobleza, una noticia inesperada compartida, no en el mejor momento, por el príncipe Harry y Meghan Markle cambió el tono de la jornada y el humor de la novia. Lo que debía ser una ocasión única y centrada en la princesa Eugenia se vio eclipsada por una revelación que, según aseguran en el Daily Mail, no sentó nada bien ni a la novia, ni a su madre, Sarah Ferguson.
El inesperado anuncio del príncipe Harry y Meghan Markle en un día especial
El matrimonio de la princesa Eugenia, hija del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, con Jack Brooksbank, empresario y antiguo embajador de la conocida marca de tequila, Casamigos (que pertenece a George Clooney y a Randy Gerber), fue una boda royal digna de cuento de hadas. Eugenia, siempre cercana a su primo Harry, estaba encantada de que él y Meghan Markle asistieran, además, la pareja había pospuesto su Royal Tour a Australia para no faltar a este gran día. Lo que nadie esperaba era que la pareja aprovechara las celebraciones en torno a la boda para compartir una noticia personal que, aunque feliz para ellos, no fue recibida con el mismo entusiasmo por todos los presentes.
Harry y Meghan, que estaban recién casados en mayo de ese mismo año, estaban emocionados de revelar que esperaban su primer hijo, Archie. Según lo relata el propio príncipe en su biografía Spare, el ambiente festivo en torno a la boda les pareció el escenario ideal para compartir su felicidad con algunos miembros clave de la familia real. Aprovechando el festejo y, suponemos, que la familia estaba reunida, la pareja fue dando la noticia en privado a ciertos familiares. Empezaron con el príncipe Carlos, que se sorprendió gratamente de ser abuelo. No obstante, la noticia empezó a correr como la pólvora, de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, hasta los Reyes Felipe VI y Letizia, todo el mundo, menos los novios, sabían ya del estado de buena esperanza de Meghan. Poco tardaron en enterarse.
Sin embargo, lo que parecía un gesto inocente de emoción por su inminente paternidad, pronto comenzó a generar un malestar inesperado en otros miembros de la familia.
La reacción de la novia y su madre
Aunque la noticia fue recibida con buenas caras, como el príncipe Carlos o el príncipe Guillermo y Kate Middleton, quienes felicitaron a la pareja más tarde durante la recepción, no todos los presentes compartieron la misma reacción, al menos, de cara a la galería. La princesa Eugenia y su madre, Sarah Ferguson, fueron las más afectadas por la noticia y por el momento elegido para el anuncio.
Según Tom Bower, autor del libro Revenge: Meghan, Harry And The War Between The Windsors, tanto la princesa como su madre se sintieron profundamente ofendidas por lo que consideraron una gran falta de tacto por parte de Meghan. Sin embargo, no parece ser una anécdota aislada del biógrafo, pues según Dylan Howard y Andy Tillett en Royals at War: The Untold Story of Harry And Meghan's Shocking Split With The House Of Windsor. "Esto fue una gran metedura de pata social, incluso si no eras un royal, al robar el protagonismo de Eugenia, que estaba furiosa, al igual que su madre, Sarah".
Un ambiente tenso entre la realeza
La tensión generada por este anuncio se suma a una serie de desencuentros y malentendidos que, con el tiempo, han marcado las relaciones entre Harry, Meghan y el resto de la familia real británica. Aunque en público la familia mantuvo las formas, con sonrisas y gestos de apoyo durante la ceremonia, las filtraciones posteriores revelaron que el ambiente en privado no fue tan armonioso. La elección de Meghan de compartir la noticia en medio de un evento tan significativo para Eugenia fue vista como una falta de sensibilidad hacia los sentimientos de la princesa y su familia.
A pesar de todo, los Sussex parecían ajenos al malestar que su anuncio había generado. La pareja continuó disfrutando de las celebraciones, interactuando con los invitados y 3 días después hicieron público su embarazo ante los medios.