Desde que Harry y Meghan decidieron salir de la Familia Real británica lo cierto es que hablar de la Familia Real británica se ha convertido en su medio de vida. Entrevistas con Oprah, un documental en pareja en Netflix, la publicación del libro ‘En La Sombra’ (Plaza & Janés, 2023) y un sinfín de ocasiones en las que han sido presentados como los flamantes Duques de Sussex. Todo esto ocurría mientras los rumores sobre todo tipo de humillaciones que habían sufrido en su tiempo en Buckingham salían a la luz pública con la precisión en los detalles que solo podría aportar alguien que lo hubiera vivido en primera persona.
Además, en este tiempo en el que los Sussex han estado apartados de la familia ha muerto la Reina Isabel II y el Rey Carlos III y la Princesa de Gales, Kate Middleton, han sido diagnosticado de cáncer. Mientras tanto, al otro lado del atlántico, Harry y Meghan conviven con especulaciones sobre la salud de su matrimonio (alimentados por meses sin que la pareja sea vista juntos) y con noticias como que su fundación no esté al día de sus obligaciones fiscales. Ahora, el primer proyecto en solitario de Meghan ha visto por fin la luz después de tener que haber sido aplazado por los incendios de California.
En este nuevo proyecto, la docuserie ‘Con amor, Meghan’, se estrenaba el pasado 4 de marzo a nivel mundial en Netlix. En esta producción de ocho episodios se pretende mostrar el refinado mundo en el que vive Meghan Markle y hacernos creer que todos podemos ser felices no haciendo nada tal y como ella enseña a través de su ficcionado día a día. Analizamos las contradicciones e incongruencias de la nueva aventura de la Duquesa de Sussex.
Meghan emocionada saludando a Alice Waters, a quien considera una gurú del estilo de vida saludable.
Gtres
De concienciada feminista a feliz ama de casa
La producción de Netflix pretende presentar a la mujer del Príncipe Harry como una especie de Julia Child del siglo XXI. Esta premisa no deja de ser algo llamativo por sí misma viniendo de una mujer que siempre ha aspirado a ser más que una ama de casa. Recordemos que cuando conocimos a Meghan Markle desde Buckingham Palace se amplificaron detalles de su pasado como el de una pequeña Meghan que en su infancia se había preocupado de escribir a una marca de lavavajillas porque consideraba sexista que siempre aparecieran solo mujeres en sus anuncios. Con solo 11 años la Markle consiguió que esta compañía se replanteara su evidente sesgo sexista y cambiase su comunicación. ¿Ahora esa niña se conforma con ser presentada al mundo como la ama de casa ideal precisamente en la semana del 8M?
La cuestión es que en esta docuserie se nos quiere hacer creer que Meghan vive entregada a la feliz tarea de ponerse al frente de un hogar con un marido, dos niños, tropecientos perros, gallinas y un sinfín de tareas de cuidado de huertos y jardines varios. En todo momento se obvia la presencia del batallón de trabajadores que a buen seguro se encargará de tener todo ese decorado a punto día a día. Y digo bien “decorado”, porque el lugar donde han grabado este producto audiovisual no es su verdadera casa, sino una que ha alquilado la producción de Netflix en su mismo vecindario. En el primer episodio Meghan nos muestra extasiada cómo se prepara para recibir a un amigo que se queda a dormir en su casa. Su ritual de bienvenida va desde preparar palomitas que se encarga de envasar ella misma hasta producir y enfrascar sales de baño caseras. Delirante.
“No soy Meghan Markle, ahora soy una Sussex”
En otro de los infumables episodios de esta producción se puede ver una charla “distendida” en la que Meghan habla con su supuesta amiga, Mindy Kaling, sobre lo mucho que disfrutaba comiendo comida rápida. En un momento concreto de la conversación la actriz de The Office le dice a la Duquesa que “no creo que nadie en el mundo sepa que Meghan Markle ha comido Jack in the Box (una cadena de fast food) y le haya gustado”, a lo que Meghan responde irritada “es muy divertido que sigas llamándome Meghan Markle cuando ya sabes que ahora soy una Sussex”.En ese punto Meghan aprovecha para hacer una disertación sobre lo feliz que le hace compartir el apellido “Sussex” con sus hijos y que ese sea el nombre de su familia “no sabes lo importante que es para mí” termina diciendo Markle.
Meghan prepara un coctel a Mindy en un momento de su tensa charla.
Netflix
Atónita ante tal speech Mindy termina diciendo “bueno, ahora sé lo importante que es para ti y me encanta” zanjando este incómodo momento ahí. Este momento es especialmente importante porque el apellido real de su marido Harry (que solo aparece dos minutos en el último episodio), y sus hijos, Archie y Lilibeth, es Mountbatten-Windsor, no Sussex. De hecho, cuando abandonaron por su propia voluntad la Familia Real británica se les despojó de sus títulos y se les instó a abstenerse de usar con fines comerciales la nomenclatura “Duques de Sussex”, algo que Meghan parece no haber atendido. Al acabar cada episodio lo primero que se ve en los créditos es el nombre de la protagonista: “Meghan, Duquesa de Sussex”. Ver para creer.