Victoria de Suecia y Daniel Westling están de celebración. Este 19 de junio cumplirán su décimo aniversario de boda y por ese motivo, la Casa Real sueca ha publicado las nuevas fotos oficiales de la pareja. El posado es verdaderamente llamativo: el entorno palaciego, las poses del matrimonio y los glamourosos looks de la princesa heredera han sorprendido para bien. Es más, también 'esconden' una tierna curiosidad que, más allá del romanticismo de las imágenes, viene a demostrar una cosa: Victoria es feliz.
Parece que fue ayer... Aquel 19 de junio de 2010 la primogénita de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia contraía matrimonio con Daniel Westling en la catedral de San Nicolás de Estocolmo. Culminaban así ocho años de relación, no exentos de dificultades. Hay que recordar que el joven era el entrenador personal de Victoria. En el gimnasio se enamoraron y la entonces princesa algo triste (había pasado por duros momentos tras reconocer haber padecido anorexia) comenzó a sonreír de nuevo y a recuperar el equilibrio personal. Pese a todo, el monarca no estaba a favor de esta boda al no tener él sangre azul. Finalmente tuvo que transigir. Y el tiempo les está dando la razón...
Victoria y Daniel son padres de dos hijos, Estelle y Oscar, de 8 y 4 años, y residen en el palacio de Haga, situado en la localidad de Solna, en las afueras de Estocolmo. Precisamente sus salones y jardines han sido el escenario privilegiado de este nuevo posado real. Aparte de los imponentes espacios, lo importante son los protagonistas, y en el caso de Victoria de Suecia hemos de decir que nos ha sorprendido por completo. La futura reina escandinava aparece retratada con una sofisticación pocas veces vista. Siempre con vestido largo y portando algunas de las espectaculares joyas del fondo de la Casa Bernadotte. Incluso se atreve a soltarse la melena, mostrando una imagen bastante inédita, pues apenas se quita la coleta o el moño.
Por otro lado, Victoria de Suecia hace un guiño especial para celebrar su primera década como casada. Entre los tres looks que despliega, luce un maravilloso vestido de escote asimétrico en color nude rosado con pedrería... Pues bien, es el mismo que llevó en la cena de gala previa a su boda. Un diseño de Elie Saab que diez años después le sigue sentando como un guante.
En otra serie de fotografías, la princesa Victoria se pone un vestido negro con transparencias. Este sí es un estreno, pero también con homenaje a la industria nacional, pues es de la firma H&M Conscious. Como vemos, combinando lujo exclusivo y moda asequible. El resultado es una Victoria más radiante que nunca, a la que le brillan los ojos más allá de sus impresionantes tiaras. ¿Será el amor?