Nueva entrega del fastuoso ceremonial a la sueca. Los reyes Carlos Gustavo y Silvia han ofrecido un banquete de gala en Estocolmo en honor de los galardonados de los Premios Nobel 2023, al que no han faltado los otros 'royals' de la casa: la princesa Victoria y su esposo, el príncipe Daniel; y el príncipe Carlos Felipe con su esposa, la princesa Sofía. Y es esta última la que ha llamado la atención por un 'pequeño' detalle: repetía tiara. ¿Por qué?
Al igual que vimos la noche anterior, en la cena tras la entrega de los galardones, las damas sacaron sus mejores joyas coronadas con espectaculares tiaras de la dinastía Bernadotte. En esta ocasión hemos visto una nueva 'remesa' de piedras preciosas, otras tiaras en las cabezas de la soberana y de la heredera, pero no así Sofía de Suecia. ¿Acaso la princesa no tiene más tiaras? ¿O es que la Casa Real no le deja más?
Para empezar, y a las pruebas nos remitimos, la princesa Sofía no goza de las mismas condiciones que el resto de las mujeres de la Casa Real escandinava en cuanto a la utilización del joyero real.
Sofía se casó en 2015 con el príncipe Carlos Felipe, con el que tiene tres hijos, y desde entonces se ha ido ganando la confianza de su familia política y del pueblo. Recordemos que los inicios del noviazgo estuvieron marcados por la polémica por su pasado como modelo de lencería. Al final, la aceptación de la Familia Real sueca ha llegado gracias al buen hacer de Sofía y a la fortaleza del amor mostrada por el matrimonio.
Sofía de Suecia estrenó esta tiara en su boda
Con ocasión de su boda, la princesa Sofía recibió como regalo una tiara muy especial, que fue precisamente la que lució en su enlace. Es esta misma, de ahí que se la conozca como tiara nupcial. Se compone de diamantes y palmas, pero no deja de ser una pieza discreta en comparación con las históricas tiaras que se guardan.
Esta es la única tiara propia de la princesa Sofía y por ello es prácticamente la única que la hemos visto durante su ejercicio en la realeza. Una vez le prestaron la tiara napoleónica, por ejemplo, que fue la que justo se puso el día anterior su cuñada, la princesa Victoria. Pero esta es la excepción que confirma la regla.
Eso sí, la tiara de Sofía goza de una ventaja importante. Y es que en sus extremos se pueden acoplar diferentes juegos de piedras. Para su boda la estrenó con esmeraldas, una original elección por dar un toque de color al blanco nupcial. Pero también la ha adornado con turquesas, perlas, topacios y citrinas amarillas, además de poder llevarla en su versión simple y desnuda, sin nada, solo con los diamantes. Esta es por la que se decantó para esta cena. La noche previa la usó con esmeraldas.
La princesa Sofía de Suecia tiene seis tiaras en una sola pieza
Por lo que observamos, Sofía de Suecia ha hecho un sabio uso de su joya estrella, haciendo de la necesidad virtud. De momento, la princesa dispone de seis tiaras en una. Y podría seguir sumando posibilidades acoplando otras piedras preciosas. Sin ir más lejos, las citrinas amarillas se las puso por primera vez en los fastos por el Jubileo de Oro de su suegro, el pasado septiembre. Así que su tiara no puede ser más versátil.
La otra conclusión que evidencia esto es algo más triste: y es que la princesa Sofía parece la hermana 'pobre' de la Familia Real sueca, ya que el joyero oficial no se abre tan generosamente para ella. Así, mientras la reina Silvia presumía de la tiara de zafiros Leuchtenberg y la princesa Victoria elegía la tiara de diamantes Connaught, la princesa Sofía se conformaba de nuevo con la tiara nupcial, a la que sin duda tiene mucho cariño. Una diferencia que no le restó brillo ni belleza.