La Infanta Sofía (16 años) tiene asignaturas que nada tienen que ver con las habituales de Bachillerato. Mucho más allá de las convencionales, tiene otras que le pueden ayudar en el día a día. En el segundo trimestre del curso está aprendiendo mucho en las clases de lenguaje de signos, una materia de inclusión que puede ayudarle, eso sí, es el lenguaje de signos británico. Puede resultarle apasionante, ya que está muy concienciada con asuntos sociales, al igual que otra disciplina que despierta muchísima curiosidad en el alumnado. Nos referimos a las clases de primeros auxilios que ha recibido, las cuales te dan todas las herramientas y claves necesarias para atender a alguien de forma inmediata. El objetivo es evitar que esa persona empeore, pero ¿qué te enseñan? Te orientan en situaciones de emergencia para que sepas actuar, algo clave que se le ha enseñado con esfuerzo a través de simulacros. Conocimientos sobre los que, a buen seguro, pensará en su habitación, la cual te hemos mostrado en SEMANA.
Así lo cuentan en la cuenta de Instagram, 'Leonorysofialtezasreales', que tantos datos ha aportado sobre Leonor y Sofía en el UWC Atlantic, exclusivo internado galés por el que los Reyes deben pagar más de 76.000 euros por dos cursos. Una vez a la semana la Infanta Sofía pone a prueba sus aprendizajes de primeros auxilios mediante un simulacro ante una situación que suele pasar en el día a día. Después ella recibirá un certificado", explican. Podrá prevenir muertes, lesiones o reaccionar ante un atragantamiento o una fuerte caída, aunque no todo el mundo se atreve a hacerlo. Es útil y te enseña a reaccionar rápido, en especial cuando el tiempo es clave. A pesar de que suelen ser nociones básicas, esto suele servir para que el enfermo pueda contar más tiempo antes de que lleguen los servicios de emergencias. Situaciones extremas en las que ella sabrá manejarse, al igual que la Princesa Leonor. Cabe señalar que hace muy poco fuimos testigo de sus primeras maniobras en la nieve, fotos en las que se veía el adiestramiento militar que estaba recibiendo.
Cada vez queda menos para que la Infanta Sofía culmine sus estudios a miles de kilómetros de España. Una etapa donde tiene una hoja de ruta marcada, así como unos horarios estrictos que le obligan a estar al 100 %. Aunque también tiene tiempo para irse de escapada con amigos con el fin de estrechar lazos con ellos, eso no quita que intente hacerlo con sigilo. Es consciente de que sus movimientos generan titulares, por lo que trata de tener cuidado. No pudo evitar que su participación en el campamento de orientación saltara a los medios, una divertida jornada en la que tanto ella como el resto de compañeros tuvieron que hacer una caminata de más de 20 kilómetros. Detalles que dejan ver que la Infanta Sofía se encuentra en un lugar diferente, uno que pocas veces se repite y al que por supuesto no todo el mundo tiene acceso.