Kate Middleton impone su ley: la prensa internacional revela la norma de la Princesa que deben cumplir los que quieren trabajar en Palacio

El 2024 ha sido uno de los más complicados a nivel personal para Kate Middleton. En el mes de marzo, y tras meses de muchos rumores, la Princesa de Gales anunció públicamente que padecía cáncer y que por ello se tenía que someter a un tratamiento de quimioterapia. Esta enfermedad, provocó que la mujer del Príncipe Guillermo diese un paso atrás en sus deberes reales y se enfocara al 100% en su recuperación.

Durante meses, mucho se ha especulado sobre su situación real y cómo ha vivido todo este complicado proceso. Sin embargo, era ella misma quien confirmaba en septiembre que el tratamiento había llegado a su fin: "No puedo expresar el alivio que siento al haber completado por fin mi tratamiento de quimioterapia. Los últimos nueve meses han sido increíblemente duros para nosotros como familia. La vida, tal y como la conocemos, puede cambiar en un instante y hemos tenido que encontrar la manera de navegar por aguas tormentosas y caminos desconocidos", revelaba en una publicación en la que dejaba claro que tanto su marido como sus tres hijos han sido una pieza clave para afrontar esta nefasta etapa.

Desde entonces (y más en este 2025), Kate Middleton ha regresado poco a poco a la vida pública y ya está retomando su agenda real. Sin embargo, ya hemos podido conocer un detalle de las normas que tanto ella como el Príncipe Guillermo imponen si alguien quiere formar parte de los trabajadores de Palacio, más concretamente del servicio de limpieza. Para el hijo y la nuera del Rey Carlos III  lo más importante es que sus empleados garanticen el buen funcionamiento de su hogar. Por ese motivo, los requisitos que imponen si quieres formar parte del equipo son muy altos y exigentes. 

La rigurosa norma de Kate Middleton si quieres trabajar en Palacio

Los candidatos que deseen postularse como miembro del equipo de trabajadores de Palacio, entre otras muchas normas, deben evitar al máximo los chismes y, tal y como especifican Kate Middleton y el Príncipe Guillermo, tienen que ser capaces de "mantener la confidencialidad" y ser muy discretos: "Deberás ser una persona con iniciativa a la que también le guste trabajar en equipo. Estarás dispuesto a asumir nuevos retos a medida que surjan y a desarrollar tus propios conocimientos y habilidades", reza el anuncio de trabajo que hicieron oficial.

Sin embargo, el personal de limpieza tiene que enfrentarse a un reto y así lo ha hecho público Tracey Waterman, jefa de contratación. Un desafío al que todos deben plantar cara. Y el que lo supere, conseguirá el trabajo. Según hemos podido saber, alguien de Casa Real coloca una mosca muerta en un lugar determinado de la habitación y la idea es ver cómo el candidato es capaz de deshacerse de ella.

"La diferencia entre una empleada doméstica en un hotel de cinco estrellas y una en un palacio real sería la atención a los detalles. Una de las pruebas que me gusta hacer, para ver si un candidato tiene un ojo potencial para los detalles, es colocar una mosca muerta, ya sea en la chimenea o en la alfombra. Una vez que la mosca muerta está colocada, llevo al candidato a la habitación", confesaba Tracey Waterman en el documental 'Sandringham: The Royals at Christmas'.

Incluso quiso dar detalles de cómo los candidatos se enfrentaban a esta prueba: "Los llevo a la habitación muy lentamente, dándoles la oportunidad de echar un vistazo a la habitación, de echar un vistazo a lo que tenemos dentro. Los llevo a la chimenea, tal vez resaltando que tenemos una hermosa chimenea", ha continuad Tracey explicando dejando claro que durante el proceso se les da todo tipo de pistas. "Es una gran prueba, tal vez de cada 10 personas, la mitad de los candidatos notarán la mosca. Uno de cada diez realmente se agachará y la recogerá, esa es la ama de llaves especial", ha zanjado confirmando que no todo el mundo es capaz de fijarse en los detalles. De esta manera, hemos podido conocer el funcionamiento real que se lleva a cabo en Palacio y la manera en la que Kate Middleton lo tiene todo pensado para que el día a día en Palacio sea lo más llevadero posible y dentro del orden establecido.

Así es el papel de Kate Middleton como madre

Para Kate Middleton, la educación de sus tres hijos es prioritario y, tras haber vivido una auténtica pesadilla por culpa del cáncer, se ha volcado con George, Charlotte y Louis para que su enfermedad no les salpique los más mínimo. En los meses en los que la Princesa ha mantenido un perfil bajo, han servido para conocer cómo es de verdad la mujer del Príncipe Guillermo como madre. Y como era de esperar, hay ciertos límites que ninguno de los tres deben traspasar: en casa no se puede gritar ni alzar la voz.

"Los gritos están absolutamente 'fuera de los límites' para los niños y cualquier insinuación de gritarse entre ellos se soluciona quitándolos de en medio", ha confesado recientemente una fuente cercana a 'The Sun'. "Kate o William se llevan al niño travieso del lugar de la pelea o el altercado y le hablan con calma. Se le explican las cosas y se le indican las consecuencias y nunca le gritan". De esta manera, se ha dejado claro que para ellos lo más importante es sentarse a hablar las cosas y que sus hijos reflexionen. Una muestra más que evidencia el tipo de educación que están recibiendo los nietos del Rey Carlos III.

La comida que Kate Middleton y el Príncipe Guillermo tienen prohibida por protocolo

Al igual que su personal y sus hijos tienen que regirse bajo ciertas normas, Kate Middleton y el Príncipe Guillermo también tienen que ceñirse al estricto protocolo sin rechistar. Y, tal y como ha revelado un experto en Casa Real, tanto el matrimonio como el resto de miembros de la familia tienen prohibido un alimento.

"Al cenar, la familia real tiene que tener cuidado con los mariscos debido a la intoxicación, sobre todo para que no haya problemas en sus horarios de trabajo. Por lo tanto, normalmente no se encontrará esto en el menú", ha contado Gran Harrold, exmayordomo y experto en etiqueta a 'The Mirror'. Un plato de comida que los Príncipes de Gales tienen que esquivar sí o sí para evitar problemas de salud que les impidan estar al pie del cañón en sus compromisos con la Corona.