El 8 de septiembre de 2022, pasadas las tres de la tarde, la reina Isabel II de Inglaterra daba su último suspiro en el castillo de Balmoral (Escocia), a causa de su "avanzada edad", como rezó en su certificado de defunción. Tenía 96 años y 70 de ellos los había ocupado en el trono. Solo tres meses antes había celebrado por todo lo alto su Jubileo de Platino. Aquella fue la última exhibición de unión y felicidad de la familia Windsor. Un año después, casi todo ha saltado por los aires.

Tensiones en palacio

La tensión con el príncipe Harry y Meghan Markle, que ya existía a raíz de abandonar la primera línea de la realeza, en marzo de 2020, ha seguido creciendo y parece insalvable. Y la cuestión se hace aún más amarga cuando se trata de su ahora inexistente relación con el príncipe heredero Guillermo. La última vez que se han visto los cuatro juntos en público fue el 19 de septiembre de 2022, para los solemnes funerales de su abuela en Londres. La desconexión entre los hermanos y sus esposas (en los buenos tiempos les llamaban "los cuatro fantásticos") es el gran dolor de cabeza que sobrevuela por encima de la monarquía británica liderada por el rey Carlos III y su consorte, la reina Camilla.

Un rey menos popolar

Los reyes Carlos y Camilla se mudan a Buckingham
Los reyes Carlos y Camilla, en las recientes carreras de Ascot (Gtres).

Aquel 8 de septiembre, tras la muerte de Isabel II, se gritó el consabido "¡God Save The Children!" y 'nació' Carlos III. La corona le llegaba con casi 74 años, una edad más propia de la jubilación, en la que a él le tocaba asumir una enorme responsabilidad y la tarea de ganare el corazón de su pueblo por encima de la alargada sombra de su madre. Pasado el tiempo, su sesgo altivo y el hecho de que no haya podido, o sabido, apaciguar las revueltas aguas en su casa no lo han convertido en el soberano más popular. El primer aniversario de la muerte de la emblemática reina Isabel II coincide también con el particular "annus horribilis" de su sucesor. 

Harry no se calla

Harry ya dio que hablar en los últimos años de vida de su abuela, pero esperó a su desaparición para lanzar auténticas bombas. Junto a su esposa lanzó un polémico documental en Netflix y, en enero de 2023, publicó su libro de memorias 'En la sombra' (por el que ha cobrado 20 millones de dólares), además de dar múltiples entrevistas... La revelación de intimidades familiares (inolvidable la pelea en la cocina de Harry y Guillermo, la discusión entre Kate y Meghan antes de la boda de esta última...) ha provocado graves daños colatorales.

Los 'royals' británicos, acostumbrados a dar la callada por respuesta ("nunca te quejes, nunca te expliques" es su lema) han sido bastante elocuentes en su silencio. Al menos esto les ha salido bien, pues se ha generado una enorme ola de apoyo hacia ellos y ahora consideran a los Sussex cada vez más como unos quejicas y consentidos.

Harry y Meghan Markle durante su documental en Netflix
Harry y Meghan Markle no tienen relación con la monarquía británica. Foto: Netflix.

Sin actos especiales

El rey Carlos III no ha preparado ningún acto oficial para recordar el primer aniversario de la muerte de su madre. Ni siquiera habrá una reunión privada de los Windsor, según ha confirmado un portavoz de palacio. Todo será íntimo. Casualmente, el príncipe Harry aterriza en Londres justo el día antes del aniversario. Será para asistir a la entrega de premios de la fundación ben´fica WellChild, de la que es patrón. No hay encuentros provisto ni con su padre ni con su hermano.

Se desconoce también dónde se alojará Harry. Este año Carlos, en calidad de rey y no como padre, le ha pedido a su hijo menor que devolviera las llaves de Frogmore Cottage, la que fuera la primera residencia oficial del matrimonio Sussex, situada en Windsor, y que fue reformada para formar allí su familia.Tras el famoso 'Megxit', la pareja ya no podía utilizarla al no tener funciones oficiales. Una decisión dura, pero necesaria, que también se extiende al príncipe Andrés en su casa de Windsor y que agranda la brecha familiar. 

La vuelta de Harry

El caso es que Harry pasará de puntillas por Londres, ahora territorio enemigo. Y desde ahí volará raudo y veloz hacia la ciudad alemana de Düsseldorf para presidir los Juegos Invictus, que se celebran del 9 al 16 de septiembre. Allí se reunirá con su esposa, y quizás también sus dos hijos, Archie y Lili Diana, llegados desde Montecito (California). Igualmente testimonial y sin Meghan fue la presencia del príncipe Harry en la Coronación de su padre, el pasado 6 de mayo en Westminster. Relegado a una fila secundaria, cerca de otro 'apestado' de la dinastía, su tío Andrés.

Miles de kilómetros de dis-tancia separan a los Windsor y los Sussex. A pesar de que Harry aseguró que "nunca he tenido intención de hacer daño", la reconciliación no se vislumbra cerca. Ahora Carlos III se afana en renovar su monarquía, en 'adelgazarla' para reducir gastos, dejando claro que atañe principalmente a los reyes y a los príncipes de Gales. Otros cuatro 'magníficos'. Mientras tanto, la historia continúa sin Isabel II. Un año ya sin su icónica figura y sigue sin reinar la paz en Buckingham.